Cerca de 5.000 ciudadanos chinos permanecen en la turística isla de Bali después de que Indonesia suspendiese ayer de forma temporal los vuelos entre el archipiélago y China para impedir la expansión del coranavirus de Wuhan.
El vicegobernador de Bali, Tjokorda Oka Artha Ardhana Sukawati, anunció al medio local Bali Post que todos los visitantes cuyos vuelos hayan sido cancelados podrán alargar su estancia en la isla, que recibe a más de un millón de chinos al año.
Por su parte, el cónsul chino en Bali, Guo Haodong, ya había informado en una rueda de prensa televisada la víspera de que miles de turistas chinos se verían afectados y tendrían que extender sus visados de forma excepcional para no violar las leyes de inmigración indonesias.
Los turistas chinos que permanecen en Bali y quieran abandonar la isla pueden hacerlo a través de países vecinos que todavía no han prohibido sus vuelos a China, como Camboya, a excepción de los que quieran volver a la ciudad de Wuhan, epicentro de la epidemia y que permanece aislada.
Todavía no se ha detectado ningún caso de coronavirus en Indonesia, pero en países vecinos con un número mayor de visitantes de China continental se han hallado varios, con Tailandia a la cabeza con 25 afectados, por delante de los vecinos Singapur, con 24, y Malasia con 12, dos de ellos diagnosticados hoy.
Además de la suspensión de los vuelos, que no incluye a Hong Kong y Macau, el ministerio de transporte indonesio anunció el martes en un comunicado que también denegará la entrada a cualquier visitante que haya estado en China en los últimos 14 días, período de incubación del virus, así como el comercio de animales vivos.
En Indonesia aterrizan diariamente cerca de una treintena de vuelos desde China, en los que viajan entre 4.500 y 6.000 pasajeros, según el ministerio de Sanidad, y miles de trabajadores chinos trabajan en proyectos a lo largo del archipiélago.
Por otra parte, un avión de Air New Zeland aterrizó este miércoles en Auckland (Nueva Zelanda) con 193 personas, incluidos 98 neozelandeses, 70 ciudadanos de naciones del Pacífico, 25 australianos y 56 chinos con residencia en Australia y Nueva Zelanda, que se encontraban en Hubei, el epicentro del coronavirus.
Se trata del último país en evacuar a sus ciudadanos de China tras otros como la propia Indonesia, Japón, Singapur, Estados Unidos y España.
El coronavirus, denominado 2019-nCoV, guarda similitudes con el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) en 2003 o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) en 2012 y provoca síntomas parecidos a un resfriado, aunque puede también degenerar en una neumonía grave.