Pasar de un turismo de masas a un turismo de calidad, atraer a turistas de largo radio e impulsar la sostenibilidad es la apuesta de ciudades como Barcelona para hacer frente al fenómeno turístico, al que deberán enfrentarse en los próximos años.
Así lo han constatado las autoridades y los expertos nacionales e internacionales que han participado en el congreso ‘Summit Barcelona’, que bajo el título “Turismo de Calidad vs. Masificación Turística” se celebra hoy y mañana en el Caixafórum de la capital catalana.
El encuentro ha concluido su primera jornada tras varias ponencias y mesas de debate, en las que se ha puesto en valor el sector turístico en Barcelona y la apuesta por el turismo de calidad, cultural y sostenible y por el turista de largo radio.
“El turismo es un factor destacado en la economía catalana que se ha convertido, junto con la industria, en el motor de crecimiento económico de nuestro país”, ha destacado el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante la inauguración del evento.
“Hay que pasar de un turismo de masas a un turismo de calidad y apostar por turistas de largo radio”, ha aseverado Aragonès, que ha enumerado medidas que podrían fomentar este tipo de turismo, como agilizar la tramitación de visados o mejorar la devolución del impuesto sobre el valor añadido (IVA) a turistas en las compras ‘tax free’.
En ese sentido, el también conseller de Economía y Hacienda ha recordado que incrementar el número de turistas de calidad hasta los 7,5 millones haría crecer los ingresos anuales por turismo en Cataluña en más de 5.000 millones de euros, pasando de los 20.600 millones actuales a 26.000 millones de euros, sin causar masificación.
Por su parte, el director general de Turismo del Govern, Octavi Bono, ha señalado la importancia de incorporar nuevos mecanismos de coordinación para mejorar la gobernanza en el ámbito turístico, entre el sector público-privado, pero también con la sociedad civil.
Bono ha asegurado, además, que el turismo “es un terreno abonado para encajar lo que significa gobernanza porque ha habido una relación histórica entre actores y por el carácter enormemente transversal del propio sector”.
En ese sentido, el director ejecutivo del programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, Joan Clos, ha reclamado una mayor coordinación, sobre todo, de la oferta turística cultural de Barcelona para atraer al turismo de calidad en un contexto en el que la masificación turística será progresiva.
Clos ha destacado las inversiones que se realizaron durante los Juegos Olímpicos de 1992, dirigidas a ampliar y mejorar la oferta cultural de la urbe, como el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Teatro Nacional, el Liceu, el Museo de la Ciencia o el Museo Joan Miró, y ha señalado la falta de coordinación de toda esta oferta.
“Tenemos que coordinar la oferta que tenemos, que es extraordinaria. Diversificar los destinos, hacer que la gente pueda visitar la ciudad de una forma más dispersa, que no todo el mundo acabe en Paseo de Gracia, Ciutat Vella y playas”, ha aseverado Clos, quien también fue ministro de Industria y alcalde de Barcelona.
“La solución no es que no vengan turistas, debe ser la gestión. Creo que falta una coordinación de las infraestructuras culturales para lograr un turismo de mayor calidad”, ha añadido Clos, que ha instado a invertir en los activos culturales de la ciudad por una programación cultural atractiva y “de primer nivel”.
Otro de los principales retos que se ha abordado a lo largo de esta jornada ha sido el de la sostenibilidad como un factor de competitividad para el sector turístico, al suponer una reducción de costes y un valor añadido que cada vez cobra más importancia.
“La sostenibilidad es un factor de competitividad, porque entrar en las prácticas de la economía circular permite reducir costes, sociales y empresariales. Cada vez los turistas lo valoran más y es también un elemento de diferenciación de producto”, ha explicado el concejal de Turismo, Comercio y Mercados del Ayuntamiento de Barcelona, Agustí Colom.
No obstante, el sector turístico todavía tiene un largo camino por recorrer, ya que es responsable del 5 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el 1 % del agua que se consume a escala mundial se destina al turismo y el 7 % de la contaminación del agua es debida al turismo.