La industria de cruceros vive uno de los mejores períodos de su historia, más “sexy” y “global” que nunca, “altamente diversificada e innovadora” y con un pronóstico récord de 30 millones de pasajeros para 2019, coincidieron ayer cuatro presidentes ejecutivos del sector.
Los datos son muy reveladores: en 2018 se registraron 28,5 millones de pasajeros en el sector, un 6,7 % más que en 2017, una cantidad que quedará pulverizada si se cumplen los vaticinios de 30 millones de cruceristas para este año.
No es de extrañar que el ánimo de los altos ejecutivos en la conferencia anual sobre el estado global de la industria reflejase este optimismo y confianza dentro del “Seatrade Cruise Global”, la mayor feria de cruceros del mundo.
En la conferencia quedó claro que las mayores empresas de cruceros mantienen una confianza plena en el futuro de una industria que, según dijo momentos antes Kelly Craighead, presidenta de Clia, la entidad que agrupa a las principales empresas del sector, tuvo en 2018 un impacto económico de unos 138.000 millones de dólares.
Un desafío de crecimiento al que la industria naval orientada al crucero responderá con la botadura este año de 18 nuevos barcos y planes para la “innovación tecnológica” y “continuar buscando y mejorando en seguridad y protección del medioambiente”, dijo Richard Fein, presidente de Royal Caribbean.
El éxito de este sector en acelerado y continuo crecimiento es producto, en opinión de Fein, de equipos de dirección y personal “proactivos, efectivos y apasionados” con su trabajo, por un lado; por otro, la “altamente diversificada industria”.
En ese contexto, lo esencial no radica en cambios cosméticos en aspectos como los colores y tamaño de los barcos, sino en “propugnar nuevas experiencias“ a los pasajeros y aprovechar las oportunidades para “expandir” la red de alcance.
De hecho, Royal Caribbean, precisó Fein, dispone de 800 diferentes puntos de destino para sus cruceros, porque, a la postre, “se trata de que el protagonista sea la gente, siempre la gente”.
O, dicho en palabras de Arnold Ronald, presidente y gerente general de Carnival Corporation, la capacidad y talento para “ofrecer a través de la mejor tecnología experiencias de viajes personalizadas” en una industria “muy diversificada”.
Unas aplicaciones tecnológicas que destina Carnival, por ejemplo, para “reducir el consumo de combustible” y avanzar en la protección del medioambiente marino.
Así, una de las ideas eje de Carnival es la construcción de nuevos barcos desde la “responsabilidad”, es decir, a partir de aunar “eficiencia” y “tecnología”, y, en cuanto a los cruceros con más años de navegación, su revisión continua para su mejora tecnológica, apostilló Ronald.
Pierfrancesco Vago, presidente de la compañía de cruceros MSC Cruises, que lanzó en 2016 un plan a diez años que contempla inversiones de 13.600 millones de euros (15.232 millones de dólares) en la construcción de 17 nuevos barcos, hizo hincapié en el valor del “boca a boca” entre los cruceristas y potenciales pasajeros de su firma.
Vago se mostró satisfecho de los 6,5 millones de pasajeros que sus cruceros atrajeron en 2017 y especialmente entusiasta con las nuevas inversiones de la empresa y el futuro del sector.
“La industria de cruceros está haciendo un trabajo increíble” en todos los frentes, sobre todo en el del “cuidado de un medioambiente marino limpio”, coincidió Vago con Fein.
En ese contexto, Craighead avanzó que el objetivo del sector es que para 2030 se logre una disminución del 40 % de emisión de gases de efecto invernadero.
El ejecutivo italiano recordó que el sector de cruceros es “cada vez más un negocio global” que tiene un impulso de “explorar nuevos destinos como la Antártida” o profundizar en los de China y la India.
Frank del Río, presidente de Norwegian Cruise Line, aventuró que todas las señales indican que, si bien hay un flota de barcos de todos los tamaños, la “tendencia apunta a la innovación y a que los barcos van a ser más grandes, porque se necesita más espacio”.
Defendió de las críticas a una industria que “crea millones de puestos de trabajo en todo el mundo” y desveló el interés de la compañía que dirige por el mercado del este del Mediterráneo, con destinos como Turquía o Tierra Santa.
Miami Beach se convierte hasta el próximo jueves en el epicentro internacional del turismo de cruceros con esta feria a la que concurren más de 700 expositores procedentes de más de un centenar de países.