El trágico accidente aéreo ocurrido hace un año en La Habana que causó 112 muertos fue probablemente causado por una serie de errores de la tripulación, anunció ayer el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba, que reveló nuevos y cruciales datos sobre la investigación.
“La causa más probable del accidente fueron las acciones de la tripulación y sus errores en los cálculos de peso y balance, que conllevaron a la pérdida de control y desplome de la aeronave durante la etapa de despegue”, informó el organismo estatal en un comunicado.
El Boeing 737-200 alquilado por la aerolínea Cubana a la empresa mexicana Global Air para el vuelo DMJ-972 se estrelló el 18 de mayo de 2018 minutos después de despegar de La Habana con 113 personas a bordo en dirección a la ciudad oriental de Holguín.
Sin ofrecer más detalles sobre los resultados de la investigación que se ha prolongado casi un año, el IACC basó su conclusión en los datos aportados por las cajas negras del avión y el resultado del análisis de los parámetros técnicos del vuelo.
El organismo reconoció la participación en la investigación de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Cuba, el fabricante Boeing de Estados Unidos y la autoridad aeronáutica de México.
El mayor accidente aéreo de los últimos 30 años en Cuba provocó la muerte de 112 personas, de ellas 101 cubanos y once de otros países: siete mexicanos -incluidos los seis miembros de la tripulación y una turista-, dos argentinos y dos saharauis residentes en la isla, uno de los cuales tenía también nacionalidad española.
La única superviviente fue la cubana Maylén Díaz Almaguer, de 20 años, quien se recupera en un hospital de La Habana tras mantenerse durante meses en estado crítico.
Las cajas negras habían sido trasladadas a EE.UU. para su análisis por peritos de la compañía Boeing, fabricante de la aeronave, mientras en el lugar de los hechos se recogieron evidencias para ayudar a aclarar las causas del suceso.
El siniestro golpeó duramente la dañada reputación de la compañía Cubana de Aviación, una veterana aerolínea estatal que tras el accidente opera bajo mínimos al haber cancelado algunas rutas nacionales y reducido frecuencias de vuelos.
Por su parte, Global Air, registrada bajo el nombre de Aerolíneas Damojh, fue suspendida por las autoridades mexicanas poco después del siniestro para una investigación exhaustiva, mientras antiguos trabajadores de la aerolínea denunciaron graves incumplimientos de los protocolos de revisión y mantenimiento de las aeronaves rentadas.