Los hoteles de Río de Janeiro esperan tener una ocupación de hasta el 90 % durante Rock in Río, el festival de música cuya nueva edición comienza el viernes en la ciudad brasileña donde nació en 1985, según las previsiones de la patronal del sector.
De cumplirse tal espectativa, los visitantes que Río recibirá durante las siete jornadas del festival dejarán en la ciudad 74 millones de reales (unos 23,9 millones de dólares) tan sólo por el alojamiento, según un estudio divulgado hoy por la Asociación Brasileña de la Industria Hotelera (ABIH) en Río de Janeiro.
De las 700.000 personas que hace cinco meses agotaron las entradas para las siete noches del festival (viernes 15 de septiembre, sábado 16, domingo 17, jueves 21, viernes 22, sábado 23 y domingo 24), se calcula que cerca de la mitad procede de otras ciudades de Brasil o del exterior.
Según los datos manejados hasta comienzos de septiembre por la ABIH, para el primer final de semana del evento (del 15 al 17 de septiembre) ya estaban reservadas 40.200 habitaciones, el equivalente al 67 % de las disponibles en la ciudad.
La Asociación calcula que unos 168.800 visitantes se hospedarán en Río de Janeiro el próximo fin de semana y pagarán 29 millones de reales (unos 9,3 millones de dólares) por el alojamiento.
Para el segundo final de semana del Rock in Río (del 21 al 24 de septiembre) la tasa de ocupación hotelera llegaba al 77 % y la previsión es que la ciudad reciba entonces 258.700 visitantes e ingresos por alojamiento de 45 millones de reales (unos 14,5 millones de dólares).
Las tasas de ocupación hotelera medidas hasta ahora, y que deben aumentar hasta el viernes, ya superan las de la edición del Rock in Río que esta ciudad organizó en 2015, cuando los visitantes ocuparon el 63,03 % de las habitaciones en el primer fin de semana y el 73,06 % en el segundo.
La ocupación subió incluso pese a que Río de Janeiro tiene este año cerca de 15.000 habitaciones de hotel más que en septiembre de 2015 gracias a las inversiones realizadas por el sector para los Juegos Olímpicos que la ciudad organizó en agosto de 2016.
Según el presidente de la ABIH, Alfredo Lopes, el Rock in Río permitirá un alivio a los hoteles de Río de Janeiro, que, tras estar casi llenos en los Juegos Olímpicos, no tuvieron un verano austral tan prometedor y afrontan bajas tasas de ocupación, en parte por la grave recesión que Brasil sufre desde hace dos años.
“La caída en la demanda era esperada después de los Juegos Olímpicos pero no tan abajo. Ahora estamos retomando lentamente la actividad con la recuperación económica del país”, dijo Lopes.
La séptima edición del Rock in Río en esta ciudad brasileña se celebrada precisamente en el Parque Olímpico, que, con casi 300.000 metros cuadrados de área disponible, cuenta con un espacio casi tres veces superior al que usaban hasta ahora los organizadores.
Para la edición de este año las atracciones que cerrarán cada una de las siete noches de festival son Lady Gaga (15 de septiembre), Maroon 5 (16 de septiembre), Justin Timberlake (17 de septiembre), Aerosmith (21 de septiembre), Bon Jovi (22 de septiembre), The Who y Guns N’ Roses (23 de septiembre) y Red Hot Chili Peppers (24 de septiembre).
La de 2017 es la decimoséptima edición del festival y la séptima en Río de Janeiro, donde el evento nació en 1985, antes de comenzar a turnarse con ciudades como Madrid (tres ediciones), Lisboa (seis) y Las Vegas (una).