La Comisión de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado, con los votos a favor de los grupos de la oposición, la abstención del gobierno y la oposición de la CUP, promover una campaña de promoción internacional de la ciudad “para compensar” los efectos negativos en el turismo que haya podido tener el atentado de La Rambla.
La propuesta ha sido defendida por el Grupo Municipal Demòcrata, cuya portavoz adjunta, Sònia Recasens, ha argumentado que “no tenemos que hacer campañas para extender el temor, sino para volver a explicar que somos una ciudad de paz y acogida”.
La proposición aprobada con los votos del PDeCAT, Ciudadanos, ERC y PP establece que “una vez presentado el informe de seguimiento de la eventual impacto del atentado en la actividad turística emprenda las actuaciones de promoción internacional para compensar los posibles efectos negativos que el atentado haya podido crear en la imagen de la ciudad de Barcelona como destino turístico”.
También acuerda “implementar de forma inmediata acciones específicas de promoción económica para revitalizar el comercio y la restauración de las zonas afectadas por el atentado, de acuerdo con los sectores implicados”.
Recasens ha reconocido que “todavía es difícil hablar del tema” y ha vuelto a agradecer “la labor de los cuerpos de seguridad y servicios de emergencias, a quien reconocimos con el otorgamiento de la Medalla de Oro al Mérito Cívico; pero también del tejido comercial, de la restauración, de los taxistas; por la gran reacción cívica que se vivió”.
“La proposición -ha dicho- se presenta con ánimo propositivo y preventivo, queremos saber qué piensa hacer el gobierno municipal por el tejido turístico, que trabaja con previsión, comercial, de restauración, para que no decaiga el índice consumo y de seguridad. No debemos actuar de forma reactiva, como hicieron París y Niza después de sufrir atentados”.
