Las estaciones de esquí españolas han invertido cerca de 40 millones de euros para la nueva temporada de invierno 2019-2020, principalmente en remontes, máquinas pisapistas, edificios y producción de nieve, un 46,5 % más frente a los 27,3 millones del año pasado.
Con las mejoras que realizan cada temporada, las estaciones se sienten preparadas para afrontar no sólo un posible cambio de ciclo económico, sino situaciones climatológicas adversas, después de que gran parte de la inversión se destinara a la producción de nieve artificial, según la asociación Atudem.
El sector espera superar este año los cerca de 5,7 millones de visitantes registrados de la temporada pasada, un 2,9 % menos que los 5,8 millones de la de 2017-2018, de los que 5,5 millones fueron esquiadores y 386.689 no esquiadores (un 6,8 % del total).
A pesar de este descenso interanual, se trata del segundo mejor dato desde 2011 y un volumen “notable”, teniendo en cuenta las condiciones adversas para la práctica de esquí en los primeros meses de la temporada 2018-2019, ha señalado este martes el presidente de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem), Jesús Ibáñez, en una rueda de prensa.
La facturación por remontes de las 36 estaciones asociadas en Atudem (35 españolas y 1 portuguesa) superó los 122,1 millones de euros en la temporada 2018-2019, cifra que se aproxima a la del año anterior (una caída del 3,2 %) con menos días de esquí (114), equivalentes a 570.000 euros por jornada de apertura.
El ingreso medio por visitante se situó en 22,79 euros, importe que supone 1,29 euros más que la temporada precedente y es el más elevado de la última década.
El también máximo responsable de la estación andaluza de Sierra Nevada ha añadido que las expectativas de futuro del esquí español se presentan “sólidas”, por lo que el sector espera seguir acercándose al récord de 6,6 millones alcanzado hace once años, justo antes del inicio de la crisis.
De hecho, España es el segundo país europeo, tras Italia, donde más crece el volumen de esquiadores, mientras en países tan tradicionales como por ejemplo Suiza se registran descensos, ha indicado.
Atudem prevé un futuro positivo para el esquí español, ya que, además de las inversiones realizadas por las estaciones, que muestran un interés real por mejorar las instalaciones, España dispone de un nutrido grupo de esquiadores jóvenes, con un 28 % de los esquiadores menores de edad.
A su juicio, las estaciones de esquí y montaña son “un potente dinamizador” de las pequeñas economías locales y, durante la temporada pasada, emplearon a 3.044 personas de forma directa, cifra que asciende a decenas de miles sumando hostelería, restauración, turismo, alimentación y otros consumos básicos.
“Somos los principales luchadores contra la España vacía, ayudamos a fijar gente en los territorios”, ha recalcado.
Ibáñez también ha destacado el compromiso en pro de la sostenibilidad de las estaciones y las iniciativas medioambientales que están realizando desde hace varios años, entre las que destacan la apuesta por la eficiencia y reducción del consumo energético, la gestión de residuos, la protección de la fauna y flora y las acciones de concienciación medioambiental.