El aeropuerto internacional Ngurah Rai, en la isla indonesia de Bali, cesó operaciones debido al aumento en el nivel de alerta del volcán Agung, que expulsa ceniza y lava desde el sábado, y ante el riesgo inminente de una erupción mayor, según fuentes oficiales.
Cientos de vuelos han sido cancelados y decenas de miles de pasajeros se han visto afectados.
Las instalaciones aeroportuarias cerraron a primera hora del día, situación que durará 24 horas con revisiones periódicas cada 6 horas, dijo el director de información de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNBP, en indonesio), Sutopo Purwo Nugroho, en un comunicado.
“Expulsiones de ceniza constantes son a veces acompañadas de erupciones explosivas con un sonido leve que alcanza hasta 12 kilómetros desde el cráter”, apuntó Nugroho.
“Las llamaradas se observaron más anoche. Esto indica que el potencial de una erupción mayor es inminente”, añadió el portavoz.
La decisión de la clausura temporal llegó una hora después de que las autoridades elevasen el nivel de alerta de erupción del 3 al 4 (el máximo) y ampliasen el radio de seguridad alrededor del cráter del volcán hasta 10 kilómetros.
El volcán Agung, que se encuentra en el este de la isla, en el distrito de Karangasem y lejos de la mayoría de las atracciones turísticas, expulsó una columna de ceniza de entre 2.000 y 3.400 metros en las últimas horas.
La nube de ceniza provocó también el cierre del aeropuerto internacional de la isla de Lombok, al este de Bali, en la tarde del domingo, y determinó que las autoridades recomendaran a la población el uso de mascarillas de protección.
Los residentes de Karangasem que no han abandonado la zona de seguridad por sus propios medios están siendo evacuados, aunque las autoridades todavía no han aportado una cifra de trasladados, que a finales de septiembre llegó a alcanzar las 140.000 personas.
Se trata de la primera erupción magmática del volcán desde 1963, cuando la expulsión de magma duró casi un año y causó más de 1.100 muertos.
Bali es el principal destino turístico de Indonesia, con una afluencia anual que ronda los 5,4 millones de turistas extranjeros, según datos oficiales.
El archipiélago indonesio se asienta dentro del denominado “Anillo de Fuego” del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.