El consorcio español del AVE La Meca-Medina está negociando con Arabia Saudí ajustes en el plan de explotación de la línea, debido a que aún no está terminada su construcción, a lo que se suma el incendio que afectó a finales de septiembre pasado la estación de Yeda.
A consecuencia de los retrasos en el acabado de algunas zonas del trayecto, “no se circula en fase de operación todos los día, sino solo cinco a la semana, porque durante los otros dos todavía estamos en fase de construcción”, ha explicado a Efe el presidente de Renfe, Isaías Táboas.
Se circula con menos frecuencias y trenes que hubiese querido el cliente, el Saudi Railway Organization (SRO), y Renfe, precisamente, porque la construcción aún no ha acabado. Todo eso es un ‘puzzle’, que “hay que ir manejando, armonizando dos períodos que son muy diferentes”, ha indicado.
Además, el incendio, que afectó a la estación de Yeda, actualmente en reconstrucción, “ha entorpecido los planes de las autoridades saudíes para operar el tren de manera comercial lo antes posible, que es lo que queremos todos: que deje la fase de construcción y entre en la de operación”, ha insistido.
“Lamentablemente”, se trata de la estación más importante por número de viajeros de toda la línea, por lo que “va a significar algún inconveniente en la puesta en marcha de la fase de operación”, ha agregado el máximo responsable de Renfe, que forma parte del consorcio.
En ese contexto, estamos hablando con el cliente para ver cómo se aborda la situación y cómo quiere que se actúe, ya que “no es lo mismo estar construyendo y solo construir, donde puedes hacer todas las pruebas que quieres, que estar construyendo unos días y explotando otros”, ha precisado.
Si encima la estación no se puede utilizar como tal, “hay que ajustar las cosas a los nuevos parámetros”.
Desde el inicio de las operaciones, en octubre de 2018, y hasta el pasado 31 de diciembre, se han ofrecido 2.270 servicios comerciales en esta línea de alta velocidad para más de 845.000 viajeros.
Según Táboas, es imposible prever el número de pasajeros que usen la línea en 2020, dado que Arabia Saudí ha restringido la entrada de algunos colectivos de peregrinos por el coronavirus, algo que también obliga a reajustes, para adaptarse a la situación.
INTERNALIZACIÓN
En cuanto al interés de Renfe por entrar en Francia, Táboas ha dicho que la operadora está acabando los estudios de mercado y lo intentará cunado vea que tiene un buen producto y que es capaz “de ganar dinero, aunque sea poco”.
A su juicio, va a depender del material rodante y su homologación la apertura o no del mercado francés, que tiene que producirse en diciembre de 2020 y de la propia capacidad de Renfe de “organizar un producto que sea competitivo y rentable”, ha matizado.
La operadora española podría operar en Francia con cualquiera de sus dos marcas (Renfe Ave o Avlo) o con una nueva, ha añadido Táboas.
MATERIAL RODANTE
En cuanto a los concursos que puso en marcha Renfe en 2019 para adquirir nuevo material rodante por un importe de más de 3.000 millones de euros (fundamentalmente para cercanías y media distancia), Táboas ha asegurado que todos se van a adjudicar a lo largo del presente ejercicio, alguno antes del verano.
Por otro lado, Renfe espera recibir los primeros trenes de alta velocidad Avril de Talgo (serie 106) en 2021 y aún no sabe en qué servicios le interesa emplearlos, en la alta velocidad tradicional o en la de bajo coste.
Son decisiones más comerciales que se tomarán “en función de cómo vaya nuestro propio experimento del Avlo”, que se lanza en abril “para testear un mercado nuevo”, ha agregado.
