Pullmantur registró en 2017 un total de 405.000 pasajeros, de los que 165.000 fueron españoles, cifra que supone un repunte interanual del 34 % y los mejores resultados en los últimos diez años, según su consejero delegado, Richard Vogel.
El número total de cruceristas que navegaron a bordo de sus barcos fue ligeramente inferior al de 2016, año en el que, no obstante, durante los tres primeros meses Pullmantur había operado con cinco buques frente a los cuatro del año pasado.
La naviera facturó el año pasado 350 millones de euros, un 3 % más, y espera un repunte similar en 2008, hasta los 360 millones.
Pullmantur destinó en 2017 al mercado español tres buques durante la temporada alta frente a los dos de 2016 y, además, operó por primera vez en la historia todo el año desde un puerto español (Canarias), ha explicado hoy en una rueda de prensa.
El avance del mercado español se ha producido, además, sin reducir los precios, ya que estos incluso subieron ligeramente, en línea con el encarecimiento de los costes, lo que ocurrirá también en el presente ejercicio, ha añadido.
El objetivo para 2018 es consolidar el volumen de pasajeros alcanzados el año pasado, con la misma capacidad, ya que, de momento, no está en sus planes incorporar nuevos barcos a su flota.
Vogel apuesta también por el mercado latinoamericano, donde se produjo en 2017 un repunte de un 39 % en el número de pasajeros, compensando, junto con el crecimiento del español, la pérdida de cruceristas franceses (95.000 en 2017) por el cierre de su marca gala Croisierès de France (CDF).
Pullmantur puso en marcha un proceso de reestructuración tras la compra, en 2016, por parte del fondo de inversión suizo Springwater Capital del 51 % del capital de Pullmantur a Royal Caribbean Cruises (RCL), que casi ha finalizado y la compañía ya está “en una buena posición” para obtener resultados positivos, ha asegurado.
Vogel ha destacado el gran potencial de crecimiento del mercado español, cuyos 500.000 cruceristas de un total de 9 millones en 2017, pueden duplicarse en unos años.
El directivo espera que España se convierta en el cuarto mercado emisor de cruceristas en Europa, adelantando a Francia y por detrás de Alemania, Reino Unido e Italia.
La evolución del mercado emisor español dependerá en parte de la situación en Cataluña, donde el proceso independentista ha afectado a la demanda, aunque no ha tenido ningún impacto en las escalas de los cruceros, ha apuntado.
Por otra parte, ha defendido al sector de cruceros que, a su juicio, aporta grandes beneficios indirectos a las ciudades de escala y ha negado de que sea responsable de la masificación turística y el rechazo social que genera.
La masificación y turismofobia se debe a factores como la situación geopolítica de otros destinos competidores o las plataformas de alojamiento como Airbnb.
Para minimizar su impacto medioambiental y social, las administración buscan medidas como la ecotasa, que, en su opinión, es “una gran idea”, siempre y cuando la recaudación se invierta en la sostenibilidad.