El aeropuerto de Almería cumple 50 años, en los que han pasado por sus instalaciones 27,2 millones de pasajeros y más de 542.000 aeronaves, ha informado el gestor aeroportuario Aena.
Según Aena, desde su puesta en servicio, el crecimiento de su actividad ha sido “exponencial, ya que la cifra de vuelos anuales se ha multiplicado por nueve, mientras que la de viajeros lo ha hecho por más de 50″.
El aeródromo almeriense genera en la actualidad trabajo directo para medio centenar de empresas y más de 400 personas.
Aena ha subrayado el vínculo que históricamente ha tenido el aeródromo con la economía de la provincia, que “se hizo patente ya durante el propio proceso de construcción, cuando, en pleno movimiento de tierras, sirvió de escenario improvisado a una de las industrias más pujantes de la época, el cine”.
Inaugurado el 6 de febrero de 1968, tras invertir cerca de 350 millones de las antiguas pesetas, el primer vuelo comercial aterrizó dos días después, un Fokker F-27 de Iberia, procedente de Madrid con 38 pasajeros.
Las conexiones con la capital de España adquirieron una frecuencia diaria en abril y con posteridad, se incorporaron nuevas rutas con destinos como Murcia, Barcelona o Melilla.
En julio de 1970 se inauguró la primera línea aérea internacional regular Almería-Valencia-París.
En la primavera de 1974 lo hizo otra con Londres y en verano de ese mismo año se iniciaron las operaciones de vuelos chárter con distintas ciudades europeas, que irían aumentando de forma progresiva.
A mediados de los 90 se llevó a cabo una ampliación para adecuar el edificio terminal, el campo de vuelos, la central eléctrica, la plataforma de estacionamiento de aeronaves y la torre de control, a las nuevas demandas de tráfico.
En 2005 se superó por primera vez la barrera del millón de pasajeros.
“La irrupción y el auge de las compañías de bajo coste, y la celebración de los XV Juegos Mediterráneos fueron dos importantes incentivos en la consecución de ese registro”, dice Aena.
Dos años después, el aeropuerto de Almería cerró el mejor ejercicio de su historia, con más de 1,2 millones de viajeros.
En 2007 arrancó una nueva ampliación cuyas obras se prologaron hasta finales de 2010 y supusieron una inversión superior a los 37 millones de euros.
La crisis económica que se desencadenó a mediados de 2008 truncó la positiva tendencia de las estadísticas de pasajeros, aunque en los últimos años se ha producido una reactivación del aeródromo, de forma que en 2017 cerró con su mejor registro de pasajeros en casi una década (1.007.446 usuarios).
Entre 2011 y 2017, la cifra de viajeros que volaron en conexiones internacionales se multiplicaron por más de dos, al pasar de 293.553 a 624.817.