Museos dedicados a la moda hay variedad de ellos, pero que honren exclusivamente a determinados artistas de la aguja no había muchos hasta hace no tanto. Y es que, si desde hace ya largas décadas, la moda se ha hecho con el arte, ahora los nombres propios demandan su sitio y, esta vez, con creciente interés por parte de la alta costura por destacar sus firmas a través de sus creadores.
En lo que al arte y la indumentaria se refiere, a medida que avanzó el siglo XX la moda fue adquiriendo cada vez mayor importancia, pero en los últimos lustros ha irrumpido con mayor fuerza en el mundo del arte.
Las grandes pinacotecas del mundo se han ido rindiendo a ofrecer el espacio que la moda demandaba en los museos, y algunos de los principales, como el Louvre, el Met o el Guggenheim en Nueva York, o el Thyssen-Bornemisza, a lo largo de su recorrido han proyectado destacadas exposiciones dedicadas a distintos aspectos la industria textil cada vez con más asiduidad.
Por otro lado, y del mismo modo, a medida que esa tendencia iba avanzando aparecían los principales museos especializados en el arte de la indumentaria en Europa como el Museé Galliera o Museo de la Moda de París, con una colección de más de 70.000 artículos; el Museo del Traje de Madrid, con más de 20.000 piezas repartidas entre sus colecciones históricas y contemporáneas; el Victoria and Albert Museum, en Londres, dedicado a las artes decorativas, o, más recientemente, el Mode Museum de Amberes, en activo desde 2002 y cuya puesta en escena destaca en todas sus exhibiciones.
Ya fuera de Europa cabría destacar The Kyoto Costume Institute, que se centra en el origen de la moda en distintas culturas y más en concreto la oriental, o el Fashion Institute of Technology (FIT), situado en Nueva York y de corte mucho más innovador.
Pero esa especialización de centros de arte en el mundo de la moda ha sido creciente y últimamente las marcas de lujo más exclusivas han creado también espacios expositivos dedicados a sus coutiers fundadores. Es el caso de los museos italianos dedicados a Salvatore Ferragamo o Gucci, al español de Balenciaga y los franceses sobre Louis Vuitton y Christian Dior, así como a los recién abiertos de Yves Saint Laurent en París y Marrakesh.
Salvatore Ferragamo
Salvatore Ferragamo vistió los pies de las estrellas de Hollywood con sus diseños y, en 1995 estableció en Florencia su museo. Muestras anuales recogen distintos aspectos de su obra así como la fascinación del maestro italiano por los movimientos vanguardistas del Siglo XX o sus colaboraciones con algunos artistas del momento.
Gucci
El espacio Gucci Garden acoge el Museo Gucci y se sitúa dentro del histórico Palazzo della Mercanzia, en Florencia, ciudad donde se fundó la firma de la mano del artesano Guccio Gucci. Más de 1700m2 repartidos en tres plantas para poder observar piezas claves del diseñador, el espacio se acompaña de un restaurante a cargo del chef distinguido con tres estrellas Michelin, Massimo Bottura.
Dior
Desde 1988, en Granville, Francia, la casa donde creció Christian Dior convertida en museo alberga distintas exposiciones dirigidas a dar testimonio de la trayectoria del modisto junto a piezas de otros diseñadores trabajaron para la firma Dior.
Balenciaga
El que se dice el modisto más influyente del siglo XX, Cristóbal Balenciaga, nació en un coqueto pueblo pesquero de Guipúzcoa, Getaria. Allí es donde se ubica el Museo que lleva su nombre. Su visita es imprescindible para poder apreciar de cerca sus icónicos diseños que invadieron Paris durante su trayectoria.
Yves Saint Lauren
Inaugurados en octubre de 2017 en París y Marrakesh, ambos centros museísticos recogen miles de piezas que dan testimonio del extenso recorrido del maestro Saint Laurent desde 1961 en las dos ciudades entre las que osciló su vida, con más de 40 años de trabajo al frente de una de las casas de costura más prestigiosas.
