La situación política que ha vivido Cataluña en los últimos meses ha hecho caer los viajes del Imserso a la comunidad en un 30 % en los meses de febrero y marzo y también ha provocado un descenso de las reservas para el verano de entre el 7 y el 8 % en los hoteles dedicados al turismo vacacional.
Según ha explicado a Efe el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña (Confecat), Santiago García-Nieto, que ocupa el cargo desde octubre último, los viajes del Imserso a Cataluña han bajado en febrero y marzo porque los españoles “han preferido otros destinos” por la “inseguridad política” catalana.
Esta situación también ha influido en el descenso de entre un 7 y 8 % de las reservas del turismo vacacional en la comunidad para el próximo verano respecto a las mismas fechas del año pasado.
García-Nieto ha afirmado que el turismo necesita “estabilidad” y que la situación política y el hecho de que Cataluña lleve tantos meses sin gobierno ha afectado a la sensación de seguridad que cualquier empresario necesita para invertir.
“El primer paso es que haya gobierno y después que éste dé confianza a los inversores”, y que se “vaya recuperando poco a poco la estabilidad”, ha apuntado García-Nieto.
Ha celebrado la noticia de que Facebook haya elegido Barcelona para instalar un centro para trabajar contra las noticias falsas, pero ha matizado que una cosa es alquilar unas oficinas y otra muy distinta hacer inversiones para construir o comprar hoteles.
En este sentido, ha indicado que muchas inversiones en Cataluña se han paralizado o se han desviado hacia otras zonas, aunque es muy difícil cuantificarlas porque se trata de inversiones privadas.
El hecho de que Barcelona haya ascendido a la primera posición en la clasificación mundial de congresos es una buena noticia, ha asegurado, pero ha alertado de que la situación de 2017 no afectará a la economía en 2018, sino que nos la “encontraremos” en 2019 o 2020, porque este tipo de eventos se organizan con dos o tres años de antelación.
Una de las principales peticiones que la Confecat quiere hacerle al nuevo gobierno catalán es la elaboración de un Plan Territorial Sectorial de Turismo de Cataluña que englobe una reflexión “sobre el tipo de turismo que queremos”, de tal manera que todas las medidas se tomen en esa dirección.
Con este instrumento, García-Nieto considera que todos trabajarán en la misma dirección y se apostará por un turismo de calidad, que es lo que interesa a Cataluña, con lo que ninguna zona podrá legislar en contra de los intereses generales.
El plan supondría una planificación del turismo para los próximos 10 o 15 años, de tal manera que no dependa de los cambios de gobierno, sino que sea una planificación a más largo plazo.
Pero con lo que el nuevo presidente de Confecat se muestra más combativo es con la modalidad de alojamientos turísticos que la Generalitat quiere incorporar en el nuevo reglamento de apartamentos turísticos de Cataluña, los “hogares compartidos”, con los que “cualquier persona podrá realojar a turistas en su casa”.
Para García-Nieto, intentar legalizar esta figura comportará una serie de problemas “gravísimos” porque es “absolutamente incontrolable” y facilitaría el “fraude fiscal”, ya que la gente podría, por ejemplo, “domiciliar a un familiar en un piso vacío” y alquilar sus habitaciones.
El secretario general de Confecat, Manel Casal, ha añadido que esta medida “afectará negativamente” a la convivencia entre el turista y el ciudadano, que es “clave” para la supervivencia del propio sector.
Por ello, los hoteleros son partidarios de que los apartamentos turísticos estén situados en edificios en los que no haya vecinos.
García-Nieto también ha reclamado que se duplique la promoción turística de Cataluña, ya que no sólo la situación política está afectando al turismo: la comunidad también sufrió los atentados del pasado mes de agosto o las acciones que se llevaron a cabo en contra del turismo.
En este sentido, ha criticado que la tasa hotelera no se dedique en su totalidad a la promoción turística, tal y como se había pactado con la Generalitat.