El vicerrector de la Universitat de Lleida, Francisco García, ha vinculado hoy el “uso partidista del turismo en España” y que fuerzas políticas utilizaran este sector para atacarse entre sí con el aumento de la turismofobia, ya que los ciudadanos han pensado que las urbes “no son suyas, sino de otros”.
“La turismofobia ha venido para quedarse. La gente que vive en la ciudad piensa que es suya, al igual que los turistas que gastan dinero en ella. Hay muchos intereses políticos sí, pero detrás están las personas que quieren vivir y los turistas que quieren estar. Y ahí está el conflicto”, señala García.
Lo ha asegurado en su ponencia sobre aspectos como este fenómeno durante el III Congreso Internacional de Inteligencia Turística, inaugurado hoy en Málaga y organizado por Next Internacional Business School (Next IBS) y el Instituto de Estudios de la Fundación Cajasol.
Este experto ha explicado que esa sensación del ciudadano de que las urbes no son suyas se produce sobre todo en las grandes capitales y lo relaciona con el uso del turismo como ataque entre partidos políticos y no como beneficio para la sociedad.
Este factor, unido a los modelos de turismo de bajo coste, se ha traducido -a su juicio- en un sentimiento que ha dado como resultado “que la gente salga a manifestarse y que diga que el turismo mata a los barrios”.
En este sentido, ha precisado que esos modelos de turismo de bajo coste tienen como máximo exponente a “las viviendas de alojamiento turístico de las ciudades y los sistemas de transporte de coste reducido”, elementos que benefician el aumento de visitantes y “ocasionan una masificación de los núcleos urbanos”.
Cree que el choque de culturas diferentes en las ciudades, el incremento de precios en el mercado de la vivienda y la masificación en los sistemas públicos y privados de estos núcleos no ayudan a reducir ese sentimiento contrario al turismo.
A pesar de todo, el vicerrector ha asegurado que nadie debe dudar del éxito del turismo y de las cifras que genera y que este sector “es visto como una actividad neutral y beneficiosa” y “lleva a que todo el mundo quiera desarrollarlo: administración y empresas”.
Se ha referido a la ciudad de Chicago, que ha construido un modelo turístico con el que es la tercera ciudad más visitada de Estados Unidos sin poseer monumentos o un centro histórico, sino que unió todo el ocio en el centro de forma sostenible.
“El turismo necesita ser gobernado y limitado; no para que no lo haya, sino para que sea sostenible. Tiene que haber voluntad política para que esto sea así”, ha concluido García.