Los submarinos van a ser en poco tiempo el no va más de los cruceros de aventura o expedición, un tipo de turismo para personas sin problemas de presupuesto y ávidas de explorar lugares a los que nadie o pocos hayan llegado.
Compañías como el operador de cruceros de lujo Seabourn Cruise, con sede en Seattle y 10 años como líder del sector, han anunciado que planean nuevas expediciones con submarinos.
Esta semana Seaborn Cruise anunció que ha encargado a un astillero de Italia la construcción de sus dos primeros buques de expedición con submarinos incorporados.
Cada barco pesará 23.000 toneladas, podrá acoger hasta 264 pasajeros y contará con cascos reforzados y otras características que les permitirán operar en las heladas aguas de la Antártida y el Ártico.
“Este es un momento innovador para viajeros de lujo, que van a encontrar un nuevo estándar de aventuras de expedición auténticas pero lujosas en destinos nuevos y sorprendentes que pocas personas verán”, dijo Richard Meadows el presidente de Seabourn, compañía que llega hasta más de 30 glaciares en Alaska.
El primero de los dos barcos encargados navegará en el Ártico a finales del verano de 2021, a lo que seguirá la “temporada completa de invierno en la Antártida”, agregó en un comunicado.
Antes de eso la veterana compañía de cruceros de lujo Scenic lanzará en 2019 su crucero de expedición con una flota de zodiacs, dos helicópteros y un submarino con capacidad para siete personas.
La oferta de cruceros de lujo tipo expedición está creciendo y las compañías, que hasta hace poco incluían lanchas de desembarco para visitar lugares remotos y de difícil acceso como la Antártida, están dando un paso más incluyendo los medios más avanzados para que los pasajeros puedan conocer cualquier lugar posible de explorar.
La corbeta HMS Challenger fue el primer barco en el que se realizó una expedición científica que dio lugar a la primera gran campaña oceanográfica mundial. Tuvo lugar entre 1872 y 1874. La travesía de esta nave permitió el descubrimiento de más de 4.700 especies de animales hasta el momento desconocidas.
National Geographic Venture está incorporando en sus nuevos barcos vehículos operados a distancia, microscopios de vídeo e hidrófonos y cámaras de arco diseñados para escuchar y filmar las vocalizaciones de las ballenas jorobadas y observar a los delfines.
La línea Ponant de la compañía Silverse, con sede en Francia, cuenta ya con cinco barcos de expedición, pero tiene seis más en construcción que incluirán una plataforma hidráulica para abordar zodiacs, kayaks y paddle boards.
El objetivo es que los pasajeros puedan llegar a zonas recónditas y observar la naturaleza y la fauna en los lugares menos accesibles.
Este tipo de cruceros, cuyos precios fluctúan entre 5.000 y 40.000 dólares, en muchos casos con todo el viaje incluido, ofrecen rutas por los siete continentes. Las travesías tienen una duración entre 5 y 20 días y ofrecen vestuario adaptado para el cliente.
Muchos de los itinerarios cuentan con listas de espera y son opciones de aventura generalmente escogidas por clientes aventureros de alto poder adquisitivo que conocen gran parte del mundo y quieren explorar nuevas rutas a las que tienen acceso sólo con este tipo de barcos especializados.
Cuentan en su tripulación con biólogos, investigadores de glaciares e historiadores y expertos en áreas poco explotadas. Dependiendo de la zona de navegación, las navieras contratan los servicios de los expertos más diversos, que no sólo dan conferencias a bordo, sino que lideran las excursiones en tierra.
Los cruceros de lujo de expedición no tienen muchas de las instalaciones de los cruceros normales que son sólo turísticos y el número de plazas tampoco es el mismo.
Estos cruceros de aventuras se centran más en barcos cuyo objetivo es ofrecer una mejor visión de la ruta con camarotes con vistas exteriores y un número reducido de pasajeros, generalmente unos 200 por expedición.
Hay reglas establecidas por los propios cruceros en algunos de los lugares a los que viajan como la Antártida, con número limitado de personas que pueden desembarcar.
El auge de las reservas de cruceros de expedición atrae cada vez más la atención de las mayores compañías de cruceros del mundo, que están a la espera de tener en su flota nuevos barcos o barcos más actualizados que les permitan acceder a esta nueva tendencia.
Los cruceros oceánicos tardan años en construirse, por lo que es probable que los nuevos pedidos hechos por las compañías de cruceros en 2018 no estén listos para la aventura hasta 2021 como muy pronto. EFE