La plataforma estadounidense de de alquileres turísticos Airbnb se ha visto forzada a suspender una campaña de publicidad por la que iba a sortear entre sus usuarios noches de alojamiento en la emblemática Gran Muralla china.
Según publica hoy la prensa local, la compañía ha informado de que no avanzará con el plan original por respeto a la opinión pública, ya que su oferta levantó ampollas entre los internautas chinos por el uso de un emblema para la nación y por los riesgos de que sufriera algún daño.
El evento, conocido como Noche en la Gran Muralla, había sido permitido por las autoridades, asegura Airbnb, aunque la comisión cultural en el distrito Yanqing de Pekín (que supervisa la Gran Muralla en su más famoso tramo de Badaling) emitió un comunicado el lunes diciendo que no estaba al tanto del hecho y que no se había dado la aprobación.
La compañía reveló por primera vez el evento en su sitio web el jueves, gracias al cual ocho viajeros tendrían la oportunidad de pasar la noche en la Gran Muralla de China, considerada una de las mayores maravillas de la arquitectura antigua y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Para alojarlos se iba a acondicionar temporalmente una atalaya del histórico monumento de 2.600 años de antigüedad, ubicada en la sección de Badaling (junto a Pekín), que sería convertida en una habitación doble con una cama, decoración e iluminada por velas, pero carente de electricidad, wi-fi, aire acondicionado, televisión o incluso techo.
No hay leyes que prohíban a las personas pasar la noche en el recinto y algunas compañías de turismo incluso ofrecen paquetes para acampar, pero ésta iba a ser la primera vez en la historia que se hacía algo similar, aseguró Airbnb.
Las leyes que exigen la protección y conservación del monumento que se extiende por miles de kilómetros datan de 2006 y prohíben estrictamente la construcción de instalaciones que no sean para la conservación.
Pese a que el gigante estadounidense aseguró que no iba a poner un solo clavo en la acción, la promoción despertó fuertes críticas que le han hecho tener que rectificar