Estamos disfrutando del verano y aunque hay turistas de todo tipo pocos se resisten a la idílica postal de una playa de arenas blancas y aguas turquesas. Una estampa que depende más de nosotros que de la madre naturaleza ya que años de maltrato y expolio han convertido muchas de ellas en la sombra de lo que fueron.
Realizar un turismo de playa sostenible no es complicado y con ello pondremos nuestro granito de arena a la causa.
-En primer lugar ten en cuenta el entorno en el que estás. Tú sólo eres un visitante pasajero y debes respetar los usos, costumbres, horarios y estilo de vida de la zona.
-Acuérdate de comprar productos locales. El turismo suele repercutir más en grandes cadenas y por ello es importante realizar compras en el pequeño comercio. Además probablemente su precio no esté tan inflado como el de los grandes tiendas.
– Limpia por donde pasas. Estar de vacaciones no implica dejar el civismo en casa, utiliza las papeleras, no viertas residuos en el mar y deja todo tal y como lo encontraste.
-Cuida la flora y la fauna. Respeta lo que te rodea, no arranques algas, captures peces o dañes corales. ¡Están para ser disfrutados!
– Haz un uso comedido de los recursos. Sabemos que no vas a pagar la factura de agua del hotel…pero el agua es un bien de todos y nunca está justificado desperdiciarla.
– ¿Has mirado si por la zona hay algún apartamento u hotel eco friendly? Alojarse en este tipo de establecimientos tiene un encanto especial y además estás colaborando con una buena causa.
Un ejemplo a seguir: Costa Rica
Países como Costa Rica han dado ya un paso en este sentido y han unido el concepto de sostenibilidad con accesibilidad. De esta manera los envases plásticos que se recogen los reutilizan para construir pasarelas retráctiles de manera que los ciudadanos que utilicen sillas de ruedas puedan hacer un uso normal de las playas.
La campaña recibe el nombre de ‘Doña Tapa’ y se ha puesto en marcha este año con la intención de ser “el primer país centroaméricano” en ofrecer este tipo de facilidades.