El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha destacado este martes que se han vendido en apenas tres semanas más de 40.000 billetes para el nuevo AVE de Granada, que ha sido inaugurado hoy por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
La nueva línea de alta velocidad Antequera-Granada, de 122 kilómetros de longitud, inaugurada hoy permite la conexión de la ciudad andaluza con Madrid y Barcelona, en poco más de tres horas y seis horas y 25 minutos, respectivamente.
El ministro ha recordado que en abril de 2015 se interrumpieron las conexiones ferroviarias con Granada, aislamiento con el que terminó este Gobierno poniendo en circulación el Talgo Granada-Madrid el pasado 26 de noviembre y hoy, por fin, ha llegado el día esperado de la inauguración del AVE, ha señalado.
Ábalos ha detallado que, cuando el presidente del Gobierno le encomendó el Ministerio de Fomento, su primera sensación fue de un cierto vértigo por la carga de responsabilidad que ello suponía.
Se trata de una cartera fundamental en la distribución de las inversiones estatales y también en lo que atañe a la vertebración y la cohesión territorial, ha explicado.
La visión de infraestructuras de este Gobierno parte de la certidumbre de que las políticas de Fomento no solamente conectan pueblos y territorios, dinamizando sus economías, sino que además son claves para consolidar un sentimiento de pertenencia a un proyecto colectivo como nación.
A su juicio, el problema es que en los últimos años esta cualidad y potencialidad de Fomento como ministerio territorial queda más patente casi por los agravios que suscitaban las diferencias en el desarrollo de unas infraestructuras sobre otras.
La gestión de las infraestructuras debe promover el sentimiento de solidaridad y de orgullo colectivo y no de agravio comparativo. “Las infraestructuras deben unirnos y en ningún caso separarnos”, ha añadido.
No se trata de responsabilizar o culpabilizar a nadie, es normal también que, siendo limitados los recursos, se prioricen unas actuaciones sobre otras, pero “parecía bastante evidente que había localidades si no desatendidas sí, al menos, tratadas con cierto desdén, eludiendo el deber cívico institucional de dar la cara ante el territorio, por el ejemplo el tren de Extremadura o el soterramiento de Murcia y la conexión ferroviaria con Granada”.
El problema de la política basada en el agravio comparativo es que a veces se convierte en un fin en sí mismo, ha recalcado.
En ocasiones, la energía empleada en denunciar una deuda histórica en materia de infraestructuras no se traduce en la diligencia necesaria para resolver la situación y “es lo que hemos hecho este último año, ocuparnos y no sólo preocuparnos por solucionar la conexión Granada-Madrid-Barcelona y acabar de una vez con el aislamiento ferroviario al que había sometida esta ciudad y provincia”.
Para Ábalos, la llegada del AVE a Granada abre un nuevo camino para el conjunto de las provincias andaluzas, que “verán como sus conexiones interprovinciales se mejorarán como consecuencia de la puesta en servicio de esta línea”.
Según el ministro, “hoy estamos de enhorabuena porque Granada cuenta con unas conexiones ferroviarias magníficas. Y porque cualquiera que quiera seguir el consejo de (escritor y periodista estadounidense, Ernest Miller) Hemingway puede llegar a Granada desde Barcelona o Madrid en un AVE de primera, como el que esta ciudad y esta provincia se merecían desde hace años”.
“Hoy comienza la mejora del transporte y la movilidad global del sur peninsular”, ha concluido.