Aena invertirá 61,6 millones desde 2019 hasta 2021 en la reforma de mayor envergadura que acomete en el aeropuerto San Pablo de Sevilla en los últimos treinta años, desde las obras de ampliación para la exposición universal de 1992.
El director del aeropuerto de Sevilla, Jesús Caballero, ha presentado en rueda de prensa el plan de obras previsto hasta el año 2021 y el proyecto de mayor calado será la reforma y ampliación de la terminal, que aumentará su superficie útil un 42 % y permitirá atender a unos diez millones de pasajeros anuales frente a los 6,3 millones con los que cerró en 2018.
Se contempla un área destinada específicamente para el tráfico internacional, es decir, para pasajeros que no sean de la Unión Europea, debido a la proyección internacional que ha adquirido el aeródromo, con un peso del 50,1 % del total de pasajeros.
Estas obras de la terminal acaban de adjudicarse por 26,3 millones, arrancarán a finales del primer semestre de 2019, tienen un plazo de ejecución de tres años y llevan una inversión asociada de 3,1 millones a la redacción de los proyectos.
Tras esta reforma de la terminal, la superficie destinada a la oferta comercial y de restauración aumentará más del 70 % hasta alcanzar los 6.200 metros cuadrados y también se introducen mejoras para los pasajeros y las aerolíneas como agilizar la facturación, el filtro de pasajeros, el embarque y el desembarque, el control de pasaportes y la recogida de equipajes.
Además, contará, por primera vez, con embarques híbridos, utilizando las puertas delantera y trasera del avión para embarcar y desembarcar, con lo que se reducen los tiempos de las escalas.
Otra actuación prevista es el recrecido de la pista de vuelo, que supondrá renovarla totalmente con una inversión de once millones.
Para abastecer la demanda de electricidad del nuevo complejo aeroportuario se ha licitado la reforma y ampliación de la central eléctrica por un importe aproximado de diez millones.
El director del aeropuerto ha destacado que la complejidad de esta obra deriva de que hay que simultanear los trabajos con el operativo del aeródromo y con unas previsiones de subida del tráfico aéreo y, por ello, se llevará a cabo en siete fases y se ha diseñado un paquete de medidas para mitigar su impacto.
Ha destacado el fuerte crecimiento del aeropuerto sevillano en los últimos cinco años (2013-2018), en los que se ha pasado de 3,6 millones de pasajeros a 6,3 millones, de diez aerolíneas a veinte, de conexiones con once países a dieciséis, de 30 a 67 ciudades conectadas, de 61 a 94 rutas disponibles y de 5.089 toneladas de carga a 12.562 toneladas.
Este proyecto, según Jesús Caballero, es un “salto cualitativo y cuantitativo” para el objetivo de incrementar el tráfico internacional de este aeropuerto y en el que “tienen cabida todas las compañías tanto de bajo coste como las de bandera”.
Ha señalado que San Pablo es muy competitivo en costes para las aerolíneas, ya que es más barato entre un veinte y un treinta por ciento que otros de la Unión Europa con operativos similares.
No obstante, ha reconocido las dificultades de establecer conexiones intercontinentales por su elevado coste y ha explicado que, aunque la ruta más demandada es Sevilla Nueva York, los estudios de mercado no la hacen rentable porque se necesitarían una previsión de demanda de 50.000 pasajeros indirectos y actualmente la cifra ronda los 30.000