La Alhambra de Granada ha inaugurado la exposición “Monumento y Modernidad (1868-1936)” que, a través de más de 300 piezas, conmemora el 150 aniversario de su declaración como bien cultural y que ofrece un viaje en el tiempo para acercarse a su vez a un monumento contemporáneo y moderno.
La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha inaugurado esta muestra instalada en la Capilla del Palacio de Carlos V en su primera visita a Granada, que considera estandarte mundial de la riqueza patrimonial del arte y de la cultura.
La exposición, que podrá visitarse hasta el 24 de mayo, está compuesta por más de 300 piezas, entre fotografías, documentos y curiosos objetos para destacar y potenciar el patrimonio histórico y tecnológico del siglo XIX.
Comisariada por el doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Granada y Catedrático de Secundaria Javier Piñar Samos y por el ingeniero industrial, profesor de la Universidad de Granada y Premio Nacional de Ingeniería Industrial en 2008, Miguel Giménez Yanguas, se centra en el periodo comprendido entre 1868 y 1936, momento en el que la Alhambra dejó de ser un sitio real para convertirse en una propiedad del Estado.
Según sus comisarios, este cambio de titularidad vino acompañado de sensibles transformaciones institucionales y tecnológicas que afectaban a muchos sectores de actividad en la España de la Restauración y también en la Alhambra.
Partiendo del monumento y del turismo como expresión del nuevo tiempo, el discurso expositivo gira en torno a la modernidad en su dimensión tecnológica.
Además de fotografías y documentos históricos, se muestran objetos curiosos como una bomba contra incendios, arcos voltaicos o unos anteojos que utilizaban los turistas para contemplar el paisaje desde la Torre de la Vela, entre otros.
Según Piñar, estas piezas son representativas de una nueva época en la Alhambra y se utilizaron bien para garantizar la integridad del conjunto frente a rayos, incendios y sustracciones, para implantar la iluminación artificial, con gas y la electricidad, con los nuevos sistemas de conducción y uso del agua o en la planificación de nuevos accesos y sistemas de transporte.
De hecho, durante este periodo se empezaron a utilizar nuevos materiales como el hierro y el hormigón en la restauración del monumento y, junto a los avances surgidos en la representación gráfica como la planimetría, litografía, fotografía y cine, sirvieron para impulsar la proyección de la imagen de la Alhambra contemporánea.