La temporada estival de este año en Argentina registró un total de 29,7 millones de turistas, lo que supone un aumento del 6,2 % respecto del año anterior en la misma época, reveló ayer un estudio de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.
Este aumento de los desplazamientos fue motivado por el buen tiempo durante toda la estación y por el hecho de que las celebraciones de carnavales cayeran durante mediados del mes de febrero.
Desde el 15 de diciembre hasta el 28 de febrero, los visitantes desembolsaron un gasto de 117.854 millones de pesos (unos 5.816 millones de dólares).
Las ventas minoristas, incluyendo restaurantes y bares, crecieron 4,8%, según el promedio de empresas pymes consultadas en 40 ciudades del país, indicaron en el estudio.
La estancia promedio fue de 4,5 días y muchos de ellos realizaron “trayectos cortos de varias frecuencias o a diferentes destinos a lo largo del verano”.
Los principales destinos fueron los de playas marítimas y fluviales, seguidas por las zonas de termas y montañas.
Asimismo, hubo mucho turismo que fue detrás de las propuestas culturales, recreativas y deportivas, que cada vez tienen más impacto en las decisiones de viajes.
La mayor cantidad de turistas se registró en enero, con 12 millones de desplazamientos; seguido por el mes de febrero, con 11,7 millones; y diciembre, con 5,9 millones.
Este “buen balance” lo han logrado incluso después de que cerca de 6,5 millones de argentinos viajaran a Uruguay, Brasil y Chile.
Argentina perdió a aquellos visitantes que buscaban el turismo de compras y a los que buscaban “mejor combinación de precio-calidad en hoteles y prestaciones”, donde los tres países vecinos ofrecieron mejores condiciones