- La famosa ruta, extendida entre Durban y Pietermaritzburg, descubre la historia del país a través de monumentos, museos y hogares de los activistas de la lucha contra el apartheid.
Kwazulu-Natal, una de las 9 provincias que componen el país sudafricano, cuenta con una amplia diversidad natural y cultural. Montaña y sabana, vida urbana y tribus, parques naturales y costa, y por supuesto, las montañas Drakensberg.
Kwazulu-Natal es considerado como el reino zulú, ya que es el hogar de esta tribu africana, de hecho, su nombre significa en su idioma “tierra de los zulúes”. Pero además de una naturaleza desbordante, la provincia cuenta con un gran atractivo turístico, La Ruta de la Libertad. Ésta ofrece una visión desde múltiples perspectivas de la vida bajo el apartheid, gracias a su crisol de culturas.
Se extiende entre dos ciudades, Durban y Pietermaritzburg. A través de museos, hogares y escondites de muchos de los activistas del apartheid de la región, los visitantes pueden emprender un auténtico viaje para conocer la historia de la lucha.
Entre las paradas principales destaca el Museo KwaMuhle de Durban, un lugar que narra las vidas de los africanos que vivieron y trabajaron en Durban desde 1928 hasta finales de los 80.
El Museo Luthuli celebra la vida y los tiempos del visionario de los derechos humanos Albert Luthuli. Ubicado en su antiguo hogar, el museo presenta objetos destacados, entre los que se encuentran una estatua a tamaño real de Luthuli y numerosos registros fotográficos de su trabajo humanitario.
Una vez a las afueras de Durban se encuentra el asentamiento de Cato Manor. Antiguamente fue un lugar donde convivían personas de cultura india y africana que sobrevivió a los disturbios de 1949 y 1959 y que posteriormente se convirtió en una comunidad integrada.
En la zona norte de la ciudad, a lo largo de la Ruta del Patrimonio de Indaba, se encuentra Phoenix, lugar donde Mahatma Gandhi compartió su creencia en la resistencia pasiva. También destaca el Instituto Ohlange, la primera instalación educativa en Sudáfrica construida por africanos para africanos, que fue fundada por John Langalibalele Dube, el primer presidente del Congreso Nacional Nativo de Sudáfrica.
Una vez en Pietermaritzburg, uno de los enclaves más llamativos es la antigua prisión que a su vez ha sobrevivido a numerosos eventos históricos. Cuenta con un museo y entre otros elementos se puede visitar también la horca, el bloque de ejecución y celdas que en algún momento encerraron a varios héroes nacionales.
La ruta incluye además el sitio donde Mandela fue capturado y que hasta hace poco tiempo era solo una pequeña área de ladrillos con una placa. Pero en el 50 aniversario de este evento en 2012, se inauguró una impresionante escultura de acero y un centro de visitantes que permite conocer la importancia de este lugar.