Viajar al extranjero puede considerarse deporte de riesgo si se desconocen las normas de algunos países. Así lo advierte el Ministerio de Exteriores, que recuerda que mascar chicle en Singapur, estar embarazada siendo soltera en Kuwait, o beberse unas copas de más en Micronesia son prácticas prohibidas.
La web de Exteriores, en su apartado de recomendaciones de viaje, avisa a los turistas españoles del riesgo que acarrea, por ejemplo, llevar tatuado una imagen de Buda en Sri Lanka y en Birmania, o utilizar un puntero láser en Uzbekistán. Estas son algunas de las prohibiciones más desconocidas, e incluso insólitas, de las que advierten las autoridades.
PROHIBICIONES SOBRE LAS RELACIONES SENTIMENTALES Y LA SEXUALIDAD
En Kuwait, las embarazadas que no están casadas “corren el riesgo de ser detenidas y deportadas a España”, así como los padres de un hijo nacido en el país que se hayan casado en los últimos seis meses del embarazo, subraya el Departamento.
Con 100 latigazos y varios meses de cárcel están penadas las relaciones sexuales entre hombres en Yemen, que en el caso de las mujeres se castigan con entre 3 y 7 meses de cárcel; una opción que en Singapur sólo está tipificada como delito en los varones.
Otros países donde la homosexualidad también está perseguida son las Islas Maldivas, Arabia Saudí, Malaui, Zimbabue, Omán, Irak, Turkmenistán, Pakistán, Uzbekistán, Myanmar, Malasia, Timor Oriental, las Islas Salomón o Tuvalu.
CONDUCTAS PÚBLICAS PENADAS U OFENSIVAS
Desconocer las normas puede provocar incluso la “expulsión inmediata” o “la detención” como ha ocurrido en Sri Lanka y Birmania por exhibir tatuajes de Buda, algo considerado “ofensivo”, por lo que Exteriores recomienda mantenerlos tapados “en todo momento”.
Algunas prohibiciones están relacionadas con las costumbres religiosas y sociales como el consumo de chicles y la exhibición de banderas en Singapur, así como el estado de embriaguez en Micronesia o mostrar afecto y bailar en público en Emiratos Árabes.
Otras conductas no tienen mayores represalias, pero están “mal vistas” por la población local, como dar propina en las Islas Cook y en Samoa Occidental o usar ropa demasiado corta o escotes en Malaui, algo que “puede ser considerado provocativo y ofensivo”.
LA FALTA DE CONEXIÓN TELEFÓNICA, ENTRE LA CENSURA Y LA INEFICACIA
Compartir fotografías de viaje en las redes sociales o comunicarse local e internacionalmente también puede ser una tarea complicada en algunos países que tienen restricciones de internet y de algunas aplicaciones móviles, así como problemas de cobertura telefónica.
Por ejemplo, en Omán está prohibido el acceso a la aplicación Skype y en China está restringido el uso de Google, Facebook, Youtube, Gmail y Twitter, donde está vigente una ley de censura que limita el acceso a determinadas páginas web desde el año 1996.
En parte del territorio de Namibia no hay cobertura telefónica, incluidas las zonas turísticas, lo que, en caso de emergencia, dificulta “notablemente” la asistencia, recuerdan las autoridades.
En otros países como Corea del Norte es necesario tener una tarjeta SIM local para la conexión móvil, mientras que en Turkmenistán ni siquiera funcionan los móviles extranjeros.
EL CONSUMO DE DROGAS: BAJO PENA DE MUERTE, CADENA PERPETUA O AZOTES CON VARA
La tenencia y tráfico de drogas acarrea en Birmania penas que van desde los cinco años de prisión a la cadena perpetua, independientemente del tipo o cantidad de droga, por lo que la mera posesión puede hacer que la persona sea considerada como traficante.
En Taiwán y en Singapur el consumo o tráfico de drogas puede llegar a castigarse con la pena de muerte, así como en Malasia, donde también puede sancionarse con “azotes con vara” y hasta 20 años de prisión.
También se aplica la pena de muerte por consumo y tráfico de drogas en Emiratos Árabes, donde cabe recordar que determinados medicamentos de uso habitual en Europa pueden considerarse droga en este país, como algunas píldoras anticonceptivas, antitusivos (con codeína), o algunos antibióticos para la amigdalitis.
EXTERIORES ADVIERTE DE PAÍSES MINADOS, ZONAS RADIACTIVAS O SIN INFRAESTRUCTURAS TURÍSTICAS
Tailandia, un destino cada vez más turístico, resulta ser un país “altamente minado”, según Exteriores, que también advierte de artefactos y minas no detonadas en la República Libanesa, y de que Afganistán es uno de los países más minados del planeta.
En Micronesia está prohibido quedarse con algún objeto extraído de barcos de la II Guerra Mundial, y en Palaos (uno de sus cuatro países) aún existen explosivos procedentes de esta contienda, por lo que Exteriores aconseja “tener cuidado a la hora de bucear y explorar cuevas”.
Los ensayos nucleares realizados por la Guerra Fría en las Islas Marshall, han provocado que aún siga habiendo una muy elevada radioactividad, especialmente en Bikini.
También en Oceanía se encuentra el país insular de Nauru, el cual, pese a sus paradisíacas playas, es conocido como el menos turístico del mundo, por lo que las autoridades españolas avisan de la escasez de infraestructuras turísticas.
Estas son algunas de las advertencias más insólitas que recoge Exteriores, que recuerda que el Estado no se hará responsable “en modo alguno”, tanto por “desconocimiento” como por no atención a la recomendación, de los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse en el viaje.