El Ayuntamiento de Madrid pretende reducir en un 95 % las viviendas turísticas en la ciudad, un objetivo para el que elabora un plan especial que incorpora medidas como prohibir abrir pisos para ese uso en edificios residenciales salvo que cuenten con un acceso independiente desde la calle.
Otra de las propuestas es que las viviendas y apartamentos alquilados para un uso turístico durante más de 90 días al año se integren dentro del uso terciario hotelero, con lo cual requerirían una licencia urbanística.
El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, ha explicado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno el borrador del proyecto y ha asegurado que el Ayuntamiento demuestra con este plan que “no está en contra del turismo, sino de la turistificación”, que está generando “preocupación” en los barrios.
El responsable de Urbanismo ha mostrado su preocupación por la “sobreocupación turística” que se está produciendo en la zona centro de Madrid y, por ello, planea esta una nueva normativa que “limite” la expansión de las viviendas turísticas no reguladas.
El Ayuntamiento celebró el pasado 8 de mayo la primera reunión de la Mesa para la evaluación, análisis, propuestas y alternativas sobre las viviendas de uso turístico, con el fin de “preservar el uso residencial de carácter permanente y su sustitución por el alojamiento temporal”.
Una de las medidas planteadas es dividir la ciudad en cuatro áreas, para abrir un debate sobre las formas de regulación que permitan la “convivencia armónica” de los distintos usos en función “de las condiciones específicas de cada zona”.
Los requisitos para las viviendas turística en la almendra central serán “mucho más estrictas” y se harán “más laxas” a medida que se vayan alejando del centro, ya que en estas zonas se ha detectado una “menor preocupación” por esta problemática, ha asegurado Calvo.
“Son condiciones muy estrictas porque nos preocupa el excesivo número de viviendas de este tipo y hay que reducirlo drásticamente”, ha insistido el delegado y ha añadido que, con estas medidas, “pretenden reducir en un 95 % las viviendas de uso turístico”.
Asimismo, Calvo ha mandado un “mensaje claro” a los lobbys inmobiliarios que están actuando en la zona centro: “Podrán expulsar a los vecinos de los bloques pero tendrán que mantener el uso residencial y destinarlo al alquiler estable y no vacacional”.
Calvo ha recordado se aplicó una moratoria que comprendía la suspensión durante un año de las licencias para todas las modalidades de alojamientos turísticos pero que no afectan a la oferta de alojamiento durante menos de tres meses en las viviendas que constituyen residencia permanente.
Se trata de una propuesta del Plan Especial que esperan que se apruebe en el plazo de un mes para llevarlo al Pleno en el mes de noviembre o diciembre y, en el caso de aprobación, será llevado directamente a cabo ya que no necesita de la ratificación de la Comunidad.
Sin embargo, para su aprobación en el Pleno necesitarán del apoyo del PSOE, con quienes “han compartido objetivos comunes por el control del turismo”, y Calvo ha hecho un llamamiento al PP y a Ciudadanos para que “dejen de mirar a otro lado ante la desregulación de este tipo de viviendas”.