El nuevo aeropuerto internacional de Berlín -BER- será inaugurado previsiblemente el 31 de octubre de 2020, tras nueve años de retrasos debidos a problemas técnicos y sucesivos escándalos por sobrecostes, según anunció este viernes el presidente del consejo de vigilancia del futuro aeródromo, Lütke Daldrup.
El aeropuerto sustituirá a los dos actualmente en funcionamiento en la capital alemana para el tráfico nacional y internacional, el de Tegel, en el oeste y que dejará de estar operativo de forma casi inmediata, y el de Schönefeld, en el este, a escasa distancia del nuevo y que continuará activo unos años.
Las sucesivas demoras en la inauguración del BER han hecho que las instalaciones previstas no puedan dar abasto ya al tráfico aéreo actual, por lo que deberán construirse dependencias adicionales.
La nueva fecha para la inauguración se considera realista, aunque los responsables de su construcción han advertido de que deben subsanarse aún algunos problemas en el cableado y los sistemas de protección de incendios.
Los retrasos en la apertura del BER han sido motivo de escándalo en Berlín, ya que es un gran lamparón en medio de la gran transformación urbanística desde la caída del muro, en 1989, y la consiguiente recuperación del estatus de capital del país.
Las obras del BER comenzaron en 2006, pero sus continuos retrasos y problemas lo han convertido en una pesadilla para la credibilidad y capacidad de gestión tanto de las autoridades como de la sociedad gestora.
Inicialmente iba a inaugurarse en 2011, pero la apertura se canceló in extremis, al detectarse fallos de seguridad y cuando las aerolíneas y los comercios ya tenían programado operar desde las nuevas terminales.
Para salir del paso ha sido preciso improvisar algunas terminales nuevas en los aeropuertos de Tegel y Schönefeld, que según los primeros planes deberían haber dejado de funcionar en 2012, aunque de todos modos son insuficientes