El fabricante de aviones Boeing encadenaba este lunes otra jornada negativa en la Bolsa de Nueva York y era la mayor perdedora del Dow Jones de Industriales, donde recortaba un 3,8 %, castigada por supuestamente ocultar información a las autoridades sobre la seguridad del accidentado modelo 737 MAX.
Poco después de la media sesión en Wall Street, a las 13.40 hora local (17.40 GMT), la compañía estadounidense se dejaba un 3,85 % o 13,24 dólares, hasta los 330,76 por acción, bajando a mínimos no vistos en dos meses.
Boeing cayó bruscamente el viernes pasado (-6,79 %) en reacción a las “explicaciones” que le pidió el Gobierno de Estados Unidos por ocultar supuestamente durante meses la preocupación de dos de sus miembros por el sistema de estabilización del polémico 737 MAX, causante de dos accidentes mortales.
Stephen Dickson, el jefe de la agencia federal que regula la aviación civil en el país, pidió una “explicación inmediata” al consejero delegado de Boeing, Dennis Muilenburg, por haber tardado en entregar unos documentos que muestran la preocupación de algunos empleados sobre los 737 MAX.
“Espero una explicación inmediata respecto al contenido de estos documentos y la demora de Boeing en revelar esos documentos a los reguladores de seguridad aérea”, dijo Dickson a Muilenburg en una carta, difundida por la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés), encargada de la seguridad aérea.
Al hablar de “documentos”, la FAA se refiere a los mensajes que en 2016, durante el proceso de certificación de los 737 MAX, intercambiaron dos trabajadores de Boeing, uno de ellos identificado por The New York Times como un piloto de pruebas que se quejó de problemas con el sistema automático (MCAS).
Varios analistas de Wall Street han rebajado desde el viernes el atractivo bursátil de la firma y eso ha llevado hoy a muchos inversores a vender sus acciones, situándola como la gran perdedora del grupo de 30 cotizadas del Dow Jones.
El gigante aeronáutico difundirá este próximo miércoles sus cuentas trimestrales mientras continúa paralizada en todo el mundo su flota de los 737 MAX, lo que ha forzado a las aerolíneas a interrumpir sus operaciones mientras esperan que los reguladores aprueben una mejora del MCAS.
Sumida en una profunda crisis de reputación, Boeing tuvo en el último trimestre los peores resultados de su historia -unas pérdidas de 2.942 millones de dólares- y estimó un cargo de 4.900 millones de dólares para, entre otras cosas, compensar las pérdidas de sus clientes relacionadas con el veto a sus aeronaves.