El Gobierno brasileño autorizó ayer a la compañía española de turismo y transporte Globalia a operar vuelos domésticos en el país por medio de la creación de una filial de la aerolínea Air Europa, informaron fuentes oficiales.
La Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), el órgano regulador del transporte aéreo en Brasil, aprobó “la concesión de explotación de servicio regular de pasajeros” al grupo Globalia, que será así la primera compañía aérea internacional en constituirse en el país con 100 % de capital extranjero.
Con esta decisión, Air Europa, propiedad de Globalia, podrá actuar también en el mercado doméstico brasileño, pues ya opera a través de rutas internacionales que parten o llegan a los aeropuertos de Salvador y Recife, ambos en la región nordeste del país, desde Madrid.
La autorización se produce como consecuencia de un decreto firmado en diciembre pasado por el entonces presidente Michel Temer (2016-2018) y respaldado tanto por el actual Gobierno de Jair Bolsonaro, como por el Congreso.
El texto permite que empresas extranjeras compren la totalidad del capital accionarial de las aerolíneas nacionales o abran sus propias filiales en el gigante sudamericano.
Antes de esa medida, la participación de las empresas extranjeras en la estructura de capital de las aerolíneas brasileñas estaba limitada a un 20 %, por lo que una apertura total pudiera estimular y cambiar por completo el mercado nacional.
El Ministerio de Turismo de Brasil ya celebró en una nota divulgada esta semana la constitución de una filial de Air Europa “con sede administrativa en territorio nacional”, lo que le permite el transporte de pasajeros en rutas nacionales.
Asimismo, afirmó que tal conquista “consagra la apertura del mercado brasileño a la inversión extranjera”, debe “generar un fuerte incremento de la competitividad del transporte aéreo en Brasil y recolocar al país en el escenario turístico mundial”.
El Plan Nacional de Turismo 2018-2022 prevé aumentar la presencia de turistas extranjeros en Brasil, de los actuales 6,6 millones por año para doce millones y una circulación de 40 millones de “turistas domésticos”.
En ese período, además, Brasil pretende elevar los ingresos por el turismo internacional de 6.500 a 19.000 millones de dólares.