Un total de doce chiringuitos de Vélez-Málaga (Málaga) distinguidos con la Q de Calidad Turística de Restaurantes buscan desde ayer elaborar el mejor espeto de sardinas durante la segunda ruta gastronómica “Playas 5 Espetos”, que tendrá lugar hasta el próximo 12 de mayo.
La cita, organizada por la Concejalía de Turismo, tiene como objetivo elegir el mejor espeto de la Costa del Sol oriental, bajo la marca turística “Playas 5 Espetos”, creada en el verano de 2017 para la promoción del litoral a través de un plato autóctono y típico como el espeto de sardinas.
Los chiringuitos participantes están ubicados en las poblaciones costeras de Torre del Mar, Benajarafe y Almayate, y el concejal de Turismo, Jesús Pérez, ha explicado a Efe que se trata de un evento “único en la costa española”.
El espeto es una técnica para asar el pescado a la leña ensartado en cañas y, en el caso de las sardinas, debe hacerse por encima, de forma que todas las espinas queden por debajo.
Pérez ha manifestado que, con la promoción de este plato, se pretende romper la estacionalidad del turismo, una industria que “mantiene en el municipio un nivel superior al de las últimas décadas”, gracias a la acciones emprendidas por la Concejalía de Turismo.
Con respecto a los orígenes del espeto, los historiadores locales coinciden en afirmar que los pescadores aprovechaban las cañaveras que crecían junto a las playas de Málaga para espetar la mercancía sobrante, ensartar las cañas en la arena e inclinarlas sobre un fuego que se hacía directamente en la arena.
A finales del siglo XIX, lo que era una comida de las clases más humildes se convirtió en un manjar para la alta sociedad gracias a Miguel Martínez, quien creó en 1882 el merendero La Gran Parada, que empezó a ser visitado masivamente por los malagueños, y en el que se servían las sardinas espetadas.