Disfrutar de la Riviera Maya a través del paladar es sin duda una necesidad. Descubre la bebida que ha fascinado a propios y extraños desde tiempos ancestrales, basada en una fusión de cacao y maíz: El pozol.
Desde tiempos precolombinos esta bebida se ha preparado como parte del día de la población maya, en aquel entonces era llamada pochotl, sin embargo con la llegada de los europeos el nombre se deformó a pozol.
Esta bebida a base de cacao y maíz es altamente nutritiva y ayuda en gran medida a mitigar el hambre, por ello era muy utilizada por los viajeros, quienes caminaban largas distancias hasta su destino pues también era muy refrescante. Al beberla también debe masticarse, el llamado shish (que en maya significa residuo) de maíz y trozos de cacao es lo que permite que al mismo tiempo sea un alimento.
Esta preparación entre los Maya-Chontales de Tabasco, requería de las virtudes culturales y de la sabiduría de las mujeres, quienes elaboraban el pozol. Actualmente existen distintos tipos de pozol: el pozol con cacao, pozol sin cacao, pozol de coco, pozol de camote y pozol agrio; con azúcar o sin ella, con leche u horchata y en algunos casos, chile, todo dependerá del lugar en donde se elabore, desde Tabasco y Oaxaca hasta Chiapas y Quintana Roo.
Para hacer el pozol con cacao se “nixtamaliza” el maíz hirviéndolo en agua con hidróxido de calcio (cal) durante aproximadamente dos horas. Los granos se frotan con las manos y se envuelve en hojas de plátano o no, dependiendo de la zona donde se prepare. Se muele y se agrega cacao, se le mezcla y se hace una sola masa, finalmente se bate en agua, tomándose fresco o frío. Para elaborar el pozol sin cacao se siguen los mismos pasos anteriores, exceptuando el agregarle cacao, en este caso la maza adquiere un color blanco.
El pozol de camote es muy similar al pozol blanco solo que se mezcla puré de camote con la masa de maíz. Para el pozol agrio, se deja fermentar la masa 4 o 5 días y en ocasiones dos semanas o más hasta que le sale “moho”, es muy rico en penicilina además de ser un buen remedio para la resaca. Una vez fermentada la masa, se bate en agua y se bebe. Otra variante del pozol es la llamada chorote, típica de Tabasco, la cual se logra fermentando una mezcla de masa de nixtamal y cacao molido.
La tradición dicta que debe ser servido en jícaras o en cubiertas de cocos, sin embargo un buen vaso con hielo es más que suficiente para calmar la sed y saborearlo en todo sentido acompañado de exquisitos manjares de la región como unos panuchos o un dulce de papaya.
¿En dónde tomarlo? Existen muchos puestos callejeros que lo ofrecen, o bien en algunos locales de jugos y “pozolerías” (no confundir con lugares que venden el platillo “pozole”), en el sur de México, No te preocupes de la hora o el lugar, no puedes perderte esta famosa bebida y seguir conociendo un poco más de la tradición de México a través de sus sabores.