Un total de 11,9 millones de personas vuelan a diario en el mundo, creando “Flyland”, un país en el cielo con una población equivalente a la de Cuba y la vigesimoquinta mayor economía del mundo, según un informe publicado hoy por la entidad financiera HSBC.
Los viajeros han construido una economía en alza en el cielo valorada en 400.500 millones de dólares (unos 344.000 millones de euros), con más de 1.260 millones añadidos cada día (1.081 millones).
Del estudio se desprende que un viajero pasa, de media, el equivalente a dos días y dos noches -50 horas- anuales en el cielo, realizando 6,5 vuelos de promedio.
Los vuelos de larga distancia (de más de 12 horas) representan casi una quinta parte del total (18 %).
El 26 % de los vuelos cuentan con el típico viajero de negocios, que usa el avión 10 veces al año, un 54 % más que la media de un ciudadano de a pie de “Flyland”.
Uno de cada siete ciudadanos de “Flyland” (un 16 %) hizo un contacto de negocios a bordo, mientras que más de uno de cada diez (un 12 %) tuvo una idea empresarial, según este informe.
Los pasajeros gastan una media de 91,90 dólares por vuelo (78,9 euros), importe que incluye el pago de Wi-Fi a bordo (3,28 dólares), comida (7,89 dólares), bebidas (3,10 dólares), bebidas alcohólicas (3,43 dólares) y compras libres de impuestos ‘duty free’ (68,47 dólares), entre otros artículos.
La investigación refleja que viajar abre la mente, ya que 9 de cada 10 viajeros cree que ahora entiende mejor el mundo, el 74 % afirma ser más tolerante y el 66 %, más paciente como resultado de volar frecuentemente.
También se reflejan otras ventajas como sentirse más independiente (un 81 %) y más confiado (78 %), encabezando la lista.
“Flyland” tiene sus propias leyes, costumbres y cultura y, por ejemplo, ser grosero con los tripulantes de cabina (65 %) es el tabú más grande, seguido por dejar que los niños den patadas al asiento de alguien (57 %), quitarse los zapatos (48 %), permitir que los niños corran (47 %) y beber demasiado (46 %).
Cerca de la mitad (44 %) de los ciudadanos de Flyland afirman que un pasajero que inclina su asiento sin consultar con la persona que está detrás es el principal “faux pas” en el aire.
Ocupar demasiado espacio en cabina (37 %) también es molesto, así como acaparar el reposabrazos (32 %), quedarse dormido en el hombro de alguien (30 %) y roncar (26 %).
Los aplausos cuando el avión aterriza es otra situación incómoda para casi una quinta parte de los pasajeros (18 %).