CGT arrancará este miércoles, coincidiendo con la operación salida de agosto, el primero de los cuatro días de paros que el sindicato ha convocado en Renfe en plenas vacaciones para reclamar un aumento de las tasas de reposición en la plantilla de la operadora.
En concreto, CGT ha convocado paros el 31 de julio, el 14 de agosto, el 30 de agosto y el 1 de septiembre, de 12:00 a 16:00 y de 20:00 a 24:00 horas, fechas marcadas por la salida y el retorno de las vacaciones.
Estas jornadas se suman así a la huelga que convocó CCOO el pasado 15 de julio en Renfe y que se saldó con la cancelación de 320 trenes de pasajeros de los 990 previstos.
Con estos paros, CGT busca un aumento de las tasas de reposición para lograr una mejora de los servicios, el aumento del derecho a la conciliación familiar, el freno a la externalización de servicios o el derecho a la promoción interna, según ha señalado el sindicato.
En este sentido, ha apuntado que son muchos los ejemplos que inciden en las “extensas carencias” producidas por la falta de personal y las tasas de reposición “más que insuficientes” que, en opinión de CGT, no permiten mantener y garantizar la prestación de servicios de calidad y garantes de un ferrocarril para la mayoría.
Así, se ha referido a la supresión de trenes por falta de personal, a averías por falta de mantenimiento o a las externalizaciones de servicios, algunos como la prestación de servicios por parte de Logirail, que es una empresa ferroviaria con capital 100 % público.
Derivado de esta falta de plantilla, ha agregado CGT, se ha llegado a la imposibilidad de cumplir el espíritu del Real Decreto 6/2018 que es el aumento de empleo y la conciliación familiar por el que se tendría que reducir la jornada laboral semanal a 37.5 horas.
Por otro lado, CGT ha afirmado que, de manera unilateral, Renfe ha impuesto una reducción de jornada con 17 minutos diarios de reajuste y dos días al año que más del 80 % de la plantilla no podrá disfrutar en las fechas que han señalado.