La aerolínea estatal Air China comenzará a operar vuelos directos entre China y Panamá a partir de marzo de 2018, anunció ayer el máximo responsable de la compañía, Cai Jianjiang, al presidente panameño, Juan Carlos Varela, en la reunión mantenida por ambos en Pekín.
Los vuelos unirán dos veces por semana las dos capitales nacionales, Pekín y Panamá, con parada técnica en Houston (sur de EEUU), y se anuncian tan sólo dos días después de que las autoridades de aviación civil de ambos países firmaran los acuerdos que autorizan el establecimiento de enlaces aéreos.
El Gobierno panameño, que hace tan sólo cinco meses estableció lazos diplomáticos con la República Popular China -cortando con ello los que mantenía con Taiwán- espera con este acuerdo promover en China el potencial de Panamá como principal nodo aéreo de Latinoamérica.
“Además, se potenciará el intercambio comercial y turístico que ambas naciones (China y Panamá) se proponen”, destacó el comunicado del Gobierno panameño que anunció la nueva ruta aérea.
Varela, acompañado de la vicepresidenta y ministra de Asuntos Exteriores Isabel de Saint Malo de Alvarado, se reunió hoy con representantes de Air China y de las otras tres grandes aerolíneas del gigante asiático (China Eastern, China Southern y Hainan Airlines) para coordinar la puesta en práctica del citado acuerdo de enlaces aéreos bilaterales.
Participaron en el encuentro también los ministros de Comercio (Augusto Arosemena) y Turismo (Gustavo Him), así como el ministro consejero Francisco Sierra y el presidente de Copa Airlines, Stanley Motta, entre otras autoridades panameñas.
Panamá recibe 3.900 vuelos semanales que suman 90 conexiones aéreas a 34 países de Europa y América.
Varela, que lleva a cabo la primera visita oficial de un presidente panameño a China, proseguirá su viaje mañana lunes por la capital económica y financiera del país, Shanghái, donde tiene previsto reunirse con autoridades locales y encabezar foros empresariales y actos de promoción del país centroamericano.
La visita ha sido calificada de “histórica” por ambos Gobiernos, dada la importancia que para China ha tenido el arrebatar a Taiwán este aliado diplomático, clave en el comercio mundial por el estratégico canal interoceánico que administra (en el que los buques chinos son los segundos mayores clientes mundiales).
EFE