Cientos de pasajeros quedaron en la noche de este domingo y la madrugada del lunes atrapados en el aeropuerto de Santiago tras la cancelación de sus vuelos debido al toque de queda decretado en la capital chilena por las violentas protestas ocurridas en la capital en los últimos tres días.
Tirados en el suelo junto a sus maletas en plena noche y sin lugar a dónde ir, los viajeros no podían abordar sus vuelos ni volver a la ciudad por la restricción de las libertades de movilidad de las personas establecida por el Ejército desde las 19.00 de este domingo (22.00 GMT) hasta las 06.00 de la mañana del lunes (09.00 GMT del lunes).
Mientras los militares se hacían cargo de mantener el orden público en las calles de Santiago y su periferia, la impotencia y la resignación eran patentes en la terminal aeroportuaria.
Pese a ello, en torno a la una de la madrugada (04.00 GMT) una alegría llegó para los pasajeros en forma de agua, zumos, mantas y galletas para paliar en parte la espera.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y el Ministerio de Obras Públicas (MOP), junto a la aerolínea Latam y la colaboración de empresas de alimentos dispusieron un autobús del transporte urbano cargado de materiales para entregar de manera gratuita a las personas varadas en Santiago.
La gente que estaba tumbada en los pasillos y los mostradores haciendo tiempo para que volvieran a ponerse en marcha los vuelos comenzó a hacer filas para recibir los alimentos mientras Carabineros y personal del aeropuerto se afanaban en descargar la ayuda en la entrada de acceso al embarque internacional.
Los mismo carritos que ayudan habitualmente a cargar las maletas desde la calle hasta los mostradores de facturación se utilizaron para repartir por el interior de la terminal las mantas y las botellas de agua.
Latam, la principal aerolínea que opera en Santiago, canceló todos sus vuelos programados para la madrugada, según informó en un comunicado oficial en su página web.
Sus aviones permanecían estacionados en las pistas del aeropuerto a oscuras y en un silencio inusual en una terminal internacional y nacional de pasajeros.
Lo mismo ocurrió con los vuelos de otras aerolíneas que o bien trabajan en la capital chilena o bien hacen escala en este aeropuerto.
A lo largo de este domingo se han sucedido nuevos actos violentos, con graves enfrentamientos con el Ejército y las fuerzas del orden, saqueos, incendios y pillajes, en una ola de violencia que mantiene a buena parte de Chile en estado de alerta.
La militarización del país ha ido en aumento para tratar de controlar los desmanes violentos en los que derivó desde el pasado viernes la radicalización de las protestas.