Colombia, que se perfila hoy como el tesoro natural de América por descubrir tras la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016, espera que el número de turistas extranjeros aumente gracias a la posibilidad de viajar a zonas antes afectadas por el conflicto armado.
“Los sitios que en el pasado fueron víctimas de la violencia son ahora algunos de los lugares más visitados porque reúnen las condiciones del turismo experiencial que tanto impacto causa en el mundo”, dijo en entrevista con Efe Paula Cortés, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato).
Más allá de las conocidas Bogotá, Medellín, Cali o Cartagena, tanto el Gobierno nacional como el gremio han puesto los ojos en la promoción de lugares hasta hace poco “prohibidos” por la presencia de las ya desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Por ello, en el XXIII Congreso Nacional de Agencias de Viaje y Turismo, que comenzó hoy en la ciudad de Bucaramanga, ubicada en el este del país, se ha hecho énfasis en la importancia de mostrar estos “secretos”.
De este modo, explicó Cortés, “es real el impacto positivo que la paz ha traído a la industria porque los extranjeros quieren recorrer espacios que hace unos años eran impensables”.
En ese sentido, una de las “joyas de la corona” es Caño Cristales, también conocido como el “río más bonito del mundo” por los siete colores que tienen sus aguas, y que acogió a 15.121 personas en 2017, el 20 % de ellos extranjeros provenientes de 66 países.
Para abrir esa “puerta natural”, el Ministerio de Industria y Comercio, el Fondo Nacional del Turismo (Fontur) y la Gobernación del departamento del Meta (centro) invirtieron 3.500 millones de pesos (aproximadamente 941.000 euros).
El dinero se destinó a crear la infraestructura para que los turistas puedan llegar a esta selvática área en la que hasta hace pocos años solo hacían acto de presencia guerrilleros, secuestrados y cultivadores de hoja de coca.
Sin embargo, con la firma de la paz el miedo se fue y ahora, entre el imponente verde sobresalen puentes y escalinatas que llevan al turista por un viaje hacia lo más exótico de Colombia.
También, Ciudad Perdida o Camino Teyuna, es una de esas mágicas áreas que despiertan el interés de los turistas en sus 35 hectáreas.
Instalado en pleno Caribe, se trata de un antiguo poblado indígena, construido entre los siglos VIII y IX y conformado por escaleras, caminos y muros empedrados que se comunican a través de 169 de terrazas sobre las cuales se edificaron centros ceremoniales y casas.
Según cifras oficiales, en 2017 más de 6,5 millones de turistas llegaron a Colombia.
Asimismo, entre enero y julio de 2018 han llegado 4,6 millones de visitantes de otras naciones, lo que para la ejecutiva permite hacer el pronóstico de que “se va a seguir creciendo en el número de visitantes a un ritmo del 33 %”.
De este modo, comentó, “poco a poco Colombia va a ir escalando posiciones para superar a Chile y Perú, que son los dos primeros en cuanto a recepción de extranjeros en Suramérica”.
Y es que, aclaró, “para el Gobierno la niña bonita es el turismo y el presidente Iván Duque ha dicho que quiere ser el mandatario del turismo porque, a su juicio, este sector es el nuevo petróleo, razón por la cual nos interesa llegar a los sitios que antes la gente no iba para que de ese modo tengan progreso y las comunidades encuentren fuentes de ingresos legales”.
En ese sentido, puntualizó Paula Cortés, “el reto ahora es generar mayor infraestructura para que a Colombia la recorran no solo extranjeros sino que, por primera vez y como consecuencia positiva de la paz, deje de ser un lugar ajeno para los mismos colombianos”.