La comida de Navidad se convierte en un reto cada año. Quedan pocas ganas de cocinar y empezamos a lamentar los abusos cometidos. Es inevitable pero con algunos trucos podrás sobrevivir a ese día.

Aún no nos hemos repuesto de la cena de Nochebuena cuando ya ha llegado el día de Navidad y con él el correspondiente almuerzo. Gran parte de la comida de Navidad se basará en los restos del día 24 pero siempre habrá que improvisar algo por poco que sea.

Idear un menú rápido y fácil es la clave.

Una receta muy sencilla y que puede complementar los restos de carnes y mariscos de la velada anterior es elaborar un paté de queso de cabra y aceituna que combina con todo tipo de panes y picos.

Para elaborarlo necesitaremos:

• Media lata de aceitunas sin huesos

• 125 gramos de queso fresco

• 70 gramos de queso de cabra (aumentar cantidad si se desea un sabor más fuerte)

• Un diente de ajo

• Dos cucharadas de aceite de oliva

• Sal al gusto

Una vez tenemos los ingredientes desmenuzaremos los dos quesos añadiendo el ajo en pequeños trozos junto con el aceite y la sal triturando hasta que se consiga una textura de crema de queso.

A continuación pica las aceitunas con un cuchillo en trocitos pequeños y mezclalas con suavidad con la crema creada anteriormente.

Vuelca la mezcla en un cuenco y metelo en el frigorífico hasta que vaya a consumirse.

Sugerimos untar sobre crackers o pan tostado.

Otra sencilla receta que agradeceremos para compensar los excesos son las alcachofas con gambas y jamón.

Para elaborarlo necesitaremos:

• Medio kilo de alcachofas limpias

• Varios dientes de ajo

• 200 gramos de gambas

• 100 gramos de jamón serrano en taquitos

• Aceite

• Sal

• Vino blanco

• Una guindilla

Para comenzar picamos los ajos y a continuación ponemos a hervir una cazuela con agua, sal y zumo de limón. Agregamos las alcachofas y las cocemos hasta que estén en su punto, asegurándonos de que suelten todo el agua y escurran bien.

Una vez listas ponemos al fuego una sartén con un fondo de aceite de oliva y rehogamos los ajos en ella durante un par de minutos, a continuación añadimos las gambas y el chorrito de vino blanco. Cuando se haya evaporado el alcohol añadimos el jamón y removemos.

Servir en una bandeja y espolvorear el perejil.

Dulce final

A la hora del postre seguramente agradeceremos que sea bajo en calorías. Una buena opción es elegir como base una fruta muy navideña: la piña.

Para esta receta nos hará falta:

• Una piña tamaño mediano

• Dos plátanos

• Un melocotón o dos peras

• 500 ml de agua

• Un vaso de azúcar

• Corteza de limón

• Un decilitro de ron

Lo primero es elaborar el almíbar. Echamos el agua en una cacerola y diluimos en ella el azúcar a continuación añada una corteza de limón y remueva hasta conseguir densidad.

A continuación corte la piña longitudinalmente y extrae la carne interior sin olvidar desechar la parte central de la pulpa que es demasiado fibrosa y dura.

Seguidamente corta la fruta restante en trozos y júntalas en un recipiente junto con el almíbar.

A continuación vuélcala sobre una de las mitades de la piña e introdúcela en el frigorífico durante un par de horas, antes de servir.

¡Feliz Navidad y digestión!