En México existen más de 400 formas y tipos de pan de muertos, sin embargo, su origen es incierto, como el de muchos platos tradicionales mexicanos. Hasta ahora solo se conocen dos versiones del origen de esta joya culinaria, que os contamos a continuación.
Rituales con ofrendas y sacrificios.
La primera versión dice que el origen del pan de muertos se encuentra en las tradiciones prehispánicas, principalmente en las ofrendas a los muertos, las cuales se componían de diversos alimentos regionales como panes de maíz, muy parecidos a los tamales pero con forma de corazón, ya que este órganos era la ofrenda máxima que podía hacerse a los dioses.
Varios historiadores e investigadores han descubierto que existen diferentes versiones del origen de este pan en las épocas prehispánicas. La idea de hacer pan nace del deseo de ofrecer una princesa a los dioses, por lo que le extraían el corazón antes de que muriera para este siguiera latiendo, lo bañaban en amaranto y el sacerdote encargado del ritual debía comerlo. Se cree también que a los difuntos se les enterraba con un pan de amaranto untado con la sangre que sobraba de los sacrificios humanos.
Día de Todos los Santos
La segunda versión cuenta que este pan fue consecuencia de una tradición católica: el Día de Todos los Santos. En esta celebración se veneraban los huesos, cráneos y objetos personales de los difuntos, elementos que se conocen como reliquias. Durante estas festividades se preparaban dulces, panes y alimentos que debían tener la forma de algunas de las reliquias, como por ejemplo, huesos. En la parte catalana estos panes se hacen con almendras y se les conocen como panallets, ya que esta tradición proviene de España, donde se horneaban panes de muerto, de ánimas o huesos de santo.
¿Cuál es el significado del pan de muertos?
A pesar que el origen del pan de muerto es incierto, su significado se ha mantenido: celebrar la muerte y honrar a los difuntos.
Y sea cual sea su origen, estamos agradecidos por esa maravillosa y suculenta creación que está presente en las mesas de todos los mexicanos durante los meses de octubre y noviembre, donde no solamente encontraremos la receta tradicional, sino también incontables variaciones modernas como el pan de muerto vegano, pan de muerto relleno de crema de avellana o helado de pan de muerto, entre muchas más.