Los hoteleros de la Comunitat Valenciana barajan cuatro escenarios para la reapertura de los establecimientos en función de la evolución de la pandemia del covid-19, y van desde uno muy restringido que se limita a solo alojamiento y con poco contacto entre personas a otro de “casi normalidad”.
Así lo ha explicado a EFE la secretaria general de la patronal hotelera valenciana (Hosbec), Nuria Montes, quien ha señalado que el sector está a la espera de conocer los planes de desescalada de las autoridades para planificar la inversión en las infraestructuras necesarias para adecuar “todas las instalaciones” a los requerimientos sanitarios.
A la espera del levantamiento del estado de alarma por el coronavirus, no antes de mediados de mayo, Montes ha relatado que Hosbec “ya trabaja en distintos escenarios de actuación para aquellos hoteles que puedan empezar a abrir sus puertas en función de la evolución de la pandemia“.
El primero y más restrictivo es el que contempla una apertura “solo y exclusivamente de servicio de alojamiento para atender necesidades del propio sistema económico” con un “contacto entre personas muy limitado y muy restringido”.
La número dos de Hosbec ha continuado que la segunda planificación prevé que se perciba una cierta normalidad en los servicios que se prestan.
En este caso, el hotel abriría con unas condiciones de servicio modificado de lo que habitualmente se entiende por normalidad ya que se requeriría cumplir unos requisitos de distancia social, de protección de elementos, unos sistemas de limpieza “absolutamente escrupulosos y modificados” sobre los habituales y medidas adicionales de contención de posibles contagios a través de elementos barreras, como el uso de mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos.
El tercer escenario se daría si las autoridades consideran que la pandemia está “mucho más controlada”.
“Una cierta sensación de normalidad podría instalarse en esta experiencia hotelera, pero se mantendrían reforzados los procedimientos de limpieza mientras que los contactos entre personas en las zonas comunes serían los menores posibles”, en palabras de Montes.
El más optimista de los cuatro se daría si hubiera una “cierta garantía de ausencia de virus tanto en el establecimiento hotelero como en el destino turístico o urbano”, lo que haría que pudiera “recuperarse casi, casi la total normalidad en la operación hotelera”.
“Estamos a la espera de determinar el calendario de aplicación de cada uno de ellos en función de como evolucione la situación sanitaria y de la planificación de las autoridades públicas tanto estatales como autonómicas, porque este proceso de desescalada tendrá muy en cuenta realidades de cada territorio y de cada población”, según Montes