La Asociación Estadounidense de Turoperadores de Cuba (ATOC, en inglés) se mostró ayer aliviada de que las restricciones anunciadas por el Gobierno del presidente Donald Trump no agregaran más límites a los viajeros.
“Nos sentimos aliviados de que las nuevas reglamentaciones emitidas no contengan nuevas restricciones de viaje más allá de lo previsto” tras el anuncio de Trump en junio pasado, expresó ATOC, que representa a 53 compañías que operan en el país caribeño.
ATOC precisó en un comunicado que las medidas, anunciadas ayer por el Departamento del Tesoro, “no inhiben la mayoría de las opciones legales de viaje actualmente disponibles para los estadounidenses que desean visitar Cuba”.
Esa dependencia federal publicó las nuevas regulaciones para los viajes y el comercio con Cuba, que forman parte de la promesa de Trump de congelar la normalización de las relaciones bilaterales emprendida por su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama.
La asociación turística recordó, sin embargo, que ninguno de los operadores miembros de la misma está de acuerdo con los cambios anunciados en junio por el presidente Trump.
Explicó que las nuevas reglas describen las diversas categorías de viaje que están legalmente permitidas y dejan a los viajeros estadounidenses “un amplio espacio” para visitar la isla individualmente o como parte de un grupo patrocinado por sus turoperadores.
“Viajar a Cuba sigue siendo una forma importante de diplomacia ciudadana y nuestros viajeros juegan un papel importante en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”, indicó la asociación.
Entre tanto, congresistas cubano-estadounidenses celebraron las restricciones como “un buen paso”, pero se mostraron decepcionados y pusieron en entredicho su total efectividad.
El senador por Florida Marco Rubio lamentó que en la lista de restricciones de las transacciones financieras de empresas estadounidenses con entidades controladas por el Ejército cubano no se hubiera incluido al grupo hotelero Gran Caribe y a la cadena Cubanacán.
“En Cuba, todos los negocios privados permanecen bajo el control completo del régimen cubano, particularmente los militares, con sus beneficios fluyendo directamente al liderazgo político y militar de los Castro”, dijo por su parte el senador Bob Menéndez.