El ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, confió en que cinco millones de turistas visiten la isla caribeña en 2018, cifra que batiría el récord de 4,7 previsto para este año, que ya está cerca de lograrse.
“El 2018 será el año de los 5 millones (de turistas)”, insistió Marrero en declaraciones a la televisión estatal cubana, tras informar a los diputados de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), reuniones a las que no tiene acceso la prensa extranjera acreditada en la isla.
Entre enero y noviembre de este año han llegado a Cuba más de 4,3 millones de viajeros, lo que hace prever que para diciembre se consiga el objetivo de 4,7 millones, a pesar de los destrozos causados por el huracán Irma en septiembre pasado y el decrecimiento en lo que va de diciembre.
El titular de Turismo advirtió, además, de que el próximo “será un año de grandes inversiones” en el sector, que experimentó un fuerte auge en coincidencia con el “deshielo” en las relaciones bilaterales con Estados Unidos, crecimiento que se ha ralentizado ante el giro de la política estadounidense hacia Cuba.
En 2016, por primera vez, el país caribeño recibió a 4,5 millones de turistas extranjeros, la mayor cifra de su historia.
El turismo representa la segunda fuente de ingresos de Cuba detrás de la venta de servicios profesionales al exterior, lo que supone una contribución del 10 % al producto interior bruto (PIB) y la generación de medio millón de empleos.
La isla caribeña mantiene a Canadá como su primer mercado emisor de viajeros, que también llegan por miles de países europeos como Alemania, Rusia y España.
Tras el restablecimiento de relaciones con EE.UU en 2015, la flexibilización de los viajes para ciudadanos estadounidenses y la reanudación de los vuelos comerciales entre ambos países, aumentó el número de viajeros de esa nación a Cuba hasta en un 250 %.
También influyó la autorización a incluir a Cuba en los viajes de cruceros con origen en puertos de Estados Unidos.
La recientes advertencia de viajes emitidas por el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, por los supuestos ataques sónicos a diplomáticos de EEUU y sus familias en La Habana han lastrado ese crecimiento