La construcción de 40 hoteles en Cuba sumará 18.000 nuevas habitaciones a la oferta turística de la isla, que espera este año sobrepasar por primera vez los 2.650 millones de euros en ingresos del sector y crecer un 17 %, informan este miércoles medios oficiales del país caribeño.
Las nuevas instalaciones hoteleras se construyen actualmente en polos como La Habana y Varadero, y comenzarán a ofertar servicios a “mediano plazo”, especificó el diario estatal Granma en un extenso artículo sobre el programa nacional de inversiones turísticas hasta 2030, cuando el país prevé contar con 103.000 habitaciones.
Para mayo próximo, cuando se celebrará en La Habana la Feria Internacional de Turismo (FitCuba 2019), se anunció la apertura en la capital de una docena de nuevos alojamientos y la reincorporación de más de 1.120 habitaciones que permanecían fuera de servicio.
En la urbe habanera, el principal destino turístico cubano, se construyen unos siete nuevos hoteles de lujo, y se rehabilitan otros doce, entre ellos los famosos Riviera y Habana Libre, con inversiones millonarias de sus administradores, las cadenas españolas Iberostar y Meliá, respectivamente.
El emblemático Hotel New York, ubicado muy cerca del pórtico del Barrio Chino en La Habana Vieja, se incluye entre las cinco edificaciones patrimoniales por reconstruir en la ciudad, que cumple 500 años en noviembre próximo.
Cuba espera superar el récord de 4,7 millones de visitantes extranjeros de 2018 y recibir este año 5,1 millones de turistas, lo que supondría un crecimiento del 7,4 %.
La isla ya recibió el primer millón de turistas extranjeros en marzo pasado, cinco días antes que en 2018.
Autoridades del Ministerio de Turismo estiman que este 2019 lograrán sobrepasar por primera vez los 2.650 millones de euros en ingresos a pesar de las “zancadillas de EE.UU”, que recomienda a sus ciudadanos no viajar a Cuba tras una serie de incidentes de salud que afectaron a diplomáticos estadounidenses en La Habana.
La advertencia de Estados Unidos a sus nacionales y el aumento de las restricciones de los viajes a la isla son “patrañas” que “sabotean los esfuerzos de Cuba por salir adelante en su desarrollo económico y social”, insiste Granma.
Según cifras oficiales, desde el “deshielo” entre ambos países, iniciado en diciembre de 2015, hasta que entró en vigor la recomendación del Washington, en noviembre de 2017, la llegada de estadounidenses a Cuba registraba un 175 % de crecimiento, tras lo que decayó un 40 %.
El turismo es la segunda fuente de ingresos de Cuba por detrás de la venta de servicios profesionales al exterior, lo que contribuye en un 10 % al producto interior bruto (PIB) y genera medio millón de empleos.
La planta hotelera de la isla cuenta actualmente con unas 70.000 habitaciones, de ellas el 17,6 % ubicadas en La Habana y el 63 % localizadas en instalaciones de cuatro y cinco estrellas.
A esta oferta se suman las más de 21.000 casas de renta particulares que existen en todo el país, según los últimos datos de 2017.