Cuba registró ayer la llegada de cuatro millones de turistas extranjeros en lo que va de año, una cifra alcanzada cuatro días después que en 2017, pese a lo que la isla mantiene su propósito de superar los 4,6 millones de viajeros del periodo anterior.
El resultado “se alcanza a pesar de las campañas mediáticas para desacreditar al turismo cubano y en medio de las medidas de recrudecimiento del ‘bloqueo’ impuesto por Estados Unidos”, asegura un comunicado del Ministerio de Turismo replicado en medios oficiales cubanos.
En septiembre pasado el Gobierno de la isla reconoció que no lograría el récord histórico de cinco millones de turistas que preveía para este año y atribuyó la disminución de los visitantes a las medidas restrictivas impuestas por EE.UU. tras la llegada al poder del presidente Donald Trump.
Trump revirtió algunas de las medidas aprobadas por su antecesor, Barack Obama, para flexibilizar el embargo estadounidense sobre Cuba, entre ellas el levantamiento de la prohibición a los viajes individuales en la categoría “pueblo a pueblo”, limitados nuevamente por la actual Administración.
Para la isla caribeña, arribar ahora a los cuatro millones de visitantes es “una demostración de la confianza y reconocimiento alcanzado por Cuba, como un destino de paz, salud y seguridad”.
El Ministerio de Turismo espera que lleguen al país unos 700.000 viajeros más antes del fin de año, para lograr su propósito de cerrar 2018 con 4,7 millones de turistas.
Cuba batió récords de llegada de viajeros foráneos en 2016 y 2017, cuando llegaron a la isla caribeña 4,5 y más de 4,6 millones de turistas, respectivamente.
Este auge turístico coincidió con el “deshielo” en las relaciones entre el país caribeño y Estados Unidos, que ahora atraviesan un momento delicado con la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017.
El embargo estadounidense y las alertas emitidas a sus ciudadanos debido a los misteriosos incidentes de salud sufridos por diplomáticos de EEUU en La Habana, asestaron un duro golpe a las aspiraciones de Cuba de superar sus récords anteriores de visitantes.
Según datos oficiales, el “bloqueo” provocó una caída del 43 % en la llegada de viajeros estadounidenses en el primer trimestre de 2018, lo que significa 51.677 visitantes menos comparados con igual etapa del año anterior.
Frente a esto, los cubanos impulsan hoy una fuerte campaña dirigida a Rusia, Europa y Latinoamérica, los mercados emisores de más rápido crecimiento en los dos últimos años.
También el Gobierno cubano inició una serie de inversiones para asumir el incremento de los visitantes y evitar el desbordamiento inicial, que incluyen la construcción de nuevos hoteles, la mayoría de ellos en La Habana, que recibe aproximadamente la mitad de los turistas que llegan al país.
Para este 2018, quedarán listas más de 5.000 nuevas habitaciones turísticas, de 4.600 planificadas, incremento en el que influyeron los adelantos en la construcción del Hotel Internacional en el balneario Varadero y la reciente inauguración del hotel Packard, un cinco estrellas de lujo administrado por la española Iberostar.