En muchos países el turismo supone un elevado porcentaje de su Producto Interior Bruto (PIB) contribuyendo de una manera fundamental a la economía del destino, como es el caso de España donde esta cifra ronda el 16% actualmente.
El turismo es un sector en continua transformación y las nuevas generaciones consideran que viajar es algo casi obligatorio. Unos viajes, que en la mayoría de los casos, van acompañados de compras.
Así este subsector generó más de 61.600 millones durante 2018 según el informe ‘The Travel Retail, el sexto continente’ que señala la perfumería y la moda como los principales nichos de compras.
Para conocer el origen del turismo de compras o Travel retail tenemos que viajar en el tiempo hasta poco antes de la década de los 50. En 1947 un aeropuerto irlandés, Shannon, consiguió la primera licencia para vender productos libres de impuestos mientras que en 1951 se inauguraba la primera tienda de licores duty free.
Con el despliegue del turismo, en los años sesenta, comenzó la extensión de las áreas libres de impuestos y a partir de ahí, en paralelo al desarrollo del turismo, el negocio del duty free no ha hecho más que crecer.
El término ‘travel retail’ no se utiliza sin embargo únicamente para los artículos obtenidos libres de impuestos si no para todas las compras realizadas en torno a un viaje.
De los aeropuertos el duty free ha dado el salto a cruceros internacionales, estaciones de trenes, zonas francas…
Este subsector ha tenido los mismos altibajos que el turismo registrándose menos compras en periodos de inestabilidad turística como los atentados del 11 de septiembre.
Pese a ello, entre 1985 y 2017 el duty free se ha multiplicado por siete registrando una cifra de 68.500 millones de dólares en 2017.
La globalización de los viajes
La globalización del turismo y el que viajar sea cada vez algo menos prohibitivo ha tenido consecuencias en muchos ámbitos. Por un lado es mucho mayor el número de personas que viaja y por otro los nuevos ‘turistas’ tienen en muchas ocasiones un presupuesto muy ajustado.
Las aerolíneas low cost, viajeros procedentes de países con una economía modesta y la fiebre viajera de la generación millenial (con muchas ganas pero poco dinero) son factores que llevan al duty free a plantearse un nuevo escenario que abarque a más usuarios.
Organismo mundial
Estos y otros retos son abordados desde la Organización mundial del Duty Free (DFWO: Duty Free World Council) que vigila y regula la normativa existente en los diversos países.
Según mencionan en su página web entre los problemas actuales se encuentran cómo afectará el Brexit a las devoluciones. En este sentido desde el DFWO reconocen que “uno de los pocos aspectos positivos” de esta decisión es que bajo el abrigo de la Unión Europea los viajeros desde y hacia Reino Unido podían ejercer su derecho a devolución mientras que si éste pasa a ser un país fuera del grupo esta norma ya no se aplicaría.
Algo que el DFWO señala “puede traer sustanciales beneficios comerciales para el comercio de la aviación y marítimo”.
Otra de las dificultades que mencionan es la normativa respecto al número de bolsas que puede llevar un turista y que varía según las aerolíneas y los países. Así en muchas ocasiones la norma ‘one-bag-only’ se relaja permitiendo al usuario subir a bordo con bolsas del Duty Free mientras que otras veces se obliga a que el pasajero meta sus compras dentro de la maleta con las medidas reglamentarias. En este sentido, desde el organismo inciden en la necesidad de seguir trabajando para que se acepte una enmienda en la normativa que impida cobrar por este tipo de compras evitando así el perjuicio para estos establecimientos.
Los productos con mayores ventas
Respecto a la evolución del tipo de productos desde la entidad señalan que el descenso más señalado en ventas se registra en tabaco. Así entre el período 2003-2014 estas disminuyeron un 10% si bien señalan que sigue siendo un artículo que merece la pena ya que tiene “uno amplios márgenes de beneficio” para el vendedor. Además, este tipo de consumidores son más propensos a comprar otro tipo de producto.
Otro de las familias que han descendido en ventas en el citado período es la de vino y bebidas alcohólicas (un 4%) mientras que la de moda y accesorios se incrementó un 8%.
Como ya hemos mencionado la primera posición la ocupa la familia de moda y accesorios que en 2003 suponía un 23% del total y en 2014 alcanzaba el 30%.
Los ingresos por duty free benefician además de una forma paralela a los aeropuertos. Así los períodos habituales de alquiler de los locales oscilan entre los 5 y 8 años, a menudo más largos para este tipo de negocio y en ellos se estipula una renta fija a la que se le suman unos índices variables en función de las ventas en determinadas categorías y el número de pasajeros que recibe ese aeródromo en concreto.
Es muy frecuente así mismo que se marquen objetivos de venta y que si estos se exceden esté pactado que una parte de los beneficios vaya para el aeropuerto.
Como ejemplo señalar que AENA cifra actualmente en un 27’7% el porcentaje de los ingresos comerciales que recae sobre el duty free.
Desde AENA consideran que es necesario “diversificar la oferta” e innovar para hacer frente a la irrupción de retails low cost como Primor que hacen que ya no merezca tanto la pena comprar por ejemplo un perfume libre de impuestos ya que este tipo de tienda ofrece precios de saldo continuamente.