El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado, en el X foro de Exceltur, su compromiso de que el turismo sea una prioridad dentro de la agenda política del Ejecutivo, mientras que el sector le ha pedido una auténtica política de Estado en materia turística.
Esta política debe incorporar la digitalización, el diálogo y cooperación público-privada, y abordar una agenda concreta para el conjunto del sector donde se incluya la renovación de destinos pioneros del litoral, el transporte aéreo y las viviendas turísticas, ha señalado el presidente de Exceltur y el vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer.
En su primer acto institucional de carácter económico desde la formación del nuevo Gobierno, el jefe del Ejecutivo ha trasladado su oferta de diálogo a los empresarios del turismo “para ser más fuertes y estar más unidos” y se ha comprometido a seguir trabajando en favor del turismo y para poner fin a muchos años de bloqueo que cree que ha habido en la política relativa al sector.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha destacado que el nuevo Gobierno “nace con vocación de diálogo y trabajo colectivo” y ha anunciado que, en las próximas semanas, se convocará la Conferencia Sectorial de Turismo, el instrumento de coordinación con las comunidades autónomas.
Además, Sánchez participará en un encuentro con los miembros del Consejo Español de Turismo (CONESTUR), siendo la primera vez que este órgano de cooperación es presidido por un presidente del Gobierno, ha añadido.
Escarrer ha valorado la predisposición de Sánchez en situar al turismo “como un sector estratégico en la agenda de la actual legislatura” y ha confiado en que su apuesta “sea más real que retórica”, pero ha alertado de las “consecuencias muy graves” que podría tener para el sector la derogación de la reforma laboral y la subida del salario mínimo interprofesional (SMI).
Sánchez ha defendido la recuperación del empleo digno y ha indicado que “vincular estabilidad y derechos laborales es justo” y también necesario para “fortalecer uno de los principales talones de Aquiles de nuestra economía, que es su baja productividad”.
La necesidad de regular las viviendas de uso turístico ha centrado un debate en el que participaron los alcaldes de Palma, José Hila; Sevilla, Juan Espadas, y Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Hila ha explicado que la capital balear reguló el alquiler la pasada legislatura, prohibiéndolo en viviendas plurifamiliares, mientras que su homólogo madrileño ha negado la existencia de problemas de convivencia en la ciudad debido a esa actividad.
No obstante, ha abogado por “una regulación adecuada, equilibrada y objetiva de las viviendas de uso turístico” para “poner cierto coto a la situación que se está produciendo de descontrol”.
El regidor andaluz ha afirmado que, en Sevilla, de un 14 % de pisos vacíos hace 4 o 5 años, la ciudad ha pasado a alrededor de un 7 %, y que el alquiler turístico “no ha expulsado de manera importante a residentes ni vecinos del casco antiguo y no se ha generado tensión”.
Después de que se cuestionara la supervivencia de los turoperadores tras la quiebra de Thomas Cook, los consejeros delegados del británico Jet2Holidays y lal alemana Tui, Steve Heapy y Friedrich Joussen, respectivamente, han coincidido en que el futuro de esta actividad se basará en la flexibilidad en las reservas, la individualización de los viajes y la digitalización, y en su intención de seguir operando en España.
Según Joussen, la digitalización será beneficiosa para la industria turística porque permitirá individualizar los productos, algo que demandan cada vez más los clientes.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete ha asegurado que “no hay sector que no se vea alterado por la tecnología”, que ya está cambiando al transporte, el turismo, la salud o las finanzas.
La directora general de Google en España y Portugal, Fuencisla Clemares, ha afirmado que la “voz va a ser la forma de interactuar en el futuro” con los dispositivos, aunque todavía no la ve para hacer “transacciones” como la compra de billetes, y sí para mejorar el servicio que se da a los turistas.