Visitar regiones portuguesas y españolas en un solo paquete turístico, obviando las fronteras físicas entre los países, es un experimento que empieza a revitalizar municipios fronterizos otrora olvidados y convertidos ahora en polos de actividad con iniciativas como Euroace o Eurociudad.
Se trata de dos alternativas para activar la frontera hispanolusa: Eurociudad lo hace a nivel local, al unir en la misma marca la ciudad española de Badajoz y las portuguesas Elvas y Campomaior; y Eurace a un nivel superior, coordinando a las regiones lusas del Centro y del Alentejo y la española de Extremadura.
En suma, el objetivo es que los turistas ya no viajen por países, sino por regiones que comparten y hasta complementan una rica oferta gastronómica y cultural, por ejemplo en Eurace, que reúne veinte destinos catalogados como patrimonio mundial, tantos como Brasil.
Es uno de los elementos básicos que los responsables del proyecto promocionan desde hace más de un año en ferias de turismo en Shanghai, Berlín, Londres, Bruselas y ahora en la de Lisboa, donde empiezan a hacer balance y constatar avances.
El resultado es una “valoración muy positiva”, expone a Efe el director general de Turismo de Extremadura, Francisco Martín, tras analizar las cifras más recientes con sus homólogos lusos de las regiones de Alentejo y Centro.
“Las claves” de Euroace en 2018 son, por ejemplo, los 90.000 empleos que de esta actividad se derivan -“queremos crear otros 10.000 en los próximos años”, agrega Martín-, así como los 5 millones de viajeros y 10 millones de pernoctaciones registrados en ese territorio en ese periodo, según cifras aportadas por el director de turismo.
Unos datos que hacen que la economía de la zona sea más dinámica y que genera buenas perspectivas a corto plazo, pues la previsión es que este año haya un crecimiento muy similar al de 2018, cuando Extremadura fue la región de España que porcentualmente creció más en pernoctaciones de turistas internacionales.
“Crecimos el 14 % en pernoctaciones de turistas internacionales, y en viajeros fuimos la segunda comunidad (de España), 11,17 % crecieron los viajeros internacionales”, subraya Martín, quien agrega que hay “cifras similares en la zona de Centro y Alentejo”.
“¿Qué quiere decir esto? Que la Eurorregión (Eurace) es donde (el turismo internacional) más crece porcentualmente de toda la península ibérica”, apunta.
Por lo tanto, unir la oferta de estas tres regiones puede conllevar crecimientos sustanciales, aprovechando que la península ibérica es “el primer destino turístico del mundo”, al sumar el año pasado 107 millones de viajeros, 82,6 de los cuales recalaron en España.
“Nuestro primer producto turístico por excelencia es la ruta de destinos Unesco, de turismo espiritual, de naturaleza y gastronomía y vinos”, comenta Martín.
A nivel local, Eurociudad, una iniciativa más reciente, procura replicar estos resultados y solventar los efectos negativos de ser geográficamente “la periferia” de las respectivas capitales nacionales, expone a Efe el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso.
“Estamos convencidos que la potencia que nos da el poder conformar un futuro de forma conjunta nos da mayor peso político en la toma de decisiones”, asegura el alcalde, que califica de “fundamental” el proyecto.
Los municipios que conforman Eurociudad suman 200.000 habitantes y “más de veinte kilómetros de murallas” para seducir al viajero.
“El hecho de poder vender tres ciudades, dos países en un solo destino, creo que nos hace tener un producto radicalmente diferente”, dice Fragoso, al conjugar la “riqueza española, lusitana y la riqueza que formamos en la raya entre ambos”.
“Esto ya está gestionando expectativas de futuro. Nos ha colocado en el mapa”, asegura.
El resultado, recuerda el alcalde, es la creación de una marca turística “con patrimonio de la humanidad, con naturaleza, con gastronomía, donde es muy difícil encontrarlo en otros sitios en Europa”