Los “extremadamente altos” niveles de contaminación en cuatro cruceros de la empresa Carnival pueden superar los de ciudades conocidas por su deteriorada calidad del aire como Pekín y Santiago de Chile, afirma una investigación encubierta divulgada por la Universidad Johns Hopkins.
El estudio sobre “partículas ultrafinas”, encomendado por el grupo ambientalista Stand.earth, analizó durante dos años cuatro cruceros de la compañía Carnival, el operador más grande del mundo en su sector, por Estados Unidos, México y el Caribe.
“Se prevé que más de 30 millones de personas en todo el mundo realicen un crucero en 2019, y estos pasajeros y el personal de los cruceros pueden estar expuestos a niveles de contaminación del aire que podrían afectar su salud”, manifestó el autor del estudio, Ryan Kennedy, en un comunicado de prensa.
El experto precisó que a pesar de estar en mar abierto estas personas pueden respirar “aire sucio peor que en algunas de las ciudades más contaminadas del mundo”.
Señaló que estas condiciones ambientales “extremadamente deficientes”, debido especialmente al uso del crudo pesado, “el combustible fósil más sucio disponible para el transporte marítimo”, ponen en riesgo la salud de los pasajeros, el personal del barco y las comunidades portuarias.
“El hallazgo más impactante de este estudio es que la contaminación a menudo era más alta cerca de la popa de los barcos, donde se alienta a los pasajeros a hacer ejercicio”, manifestó Kendra Ulrich, directiva de Stand.earth.
Aseguró que estos “niveles extremadamente altos de contaminación del aire” representan una “advertencia para cualquier persona que esté considerando reservar un crucero, pero especialmente para grupos vulnerables como los ancianos y los niños pequeños o cualquier persona con problemas cardiovasculares.
Aunque es menos estudiada que la contaminación por partículas finas, la contaminación por las ultrafinas puede resultar perjudicial para la salud humana debido a su “mayor toxicidad”, detalla el informe.
Estas fracciones, añadió,pueden estar en un área miles de veces mayor que las partículas finas y son lo suficientemente pequeñas para ser inhaladas y pasar de los pulmones de una persona al torrente sanguíneo, donde pueden causar tasas más altas de asma y enfermedades cardiovasculares.
El estudio reseñó que estas partículas pueden ser las más peligrosas para la salud humana y que la materia en forma de partículas del escape de un barco puede ser la culpable de decenas de miles de muertes anuales.
Sin embargo, Carnival Corporation señaló en una declaración escrita a Efe que el estudio es “engañoso e inexacto” al detallar que han instalado sistemas avanzados de calidad del aire en casi el 80 % de su flota global en coordinación con la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA).
“Probamos la calidad del aire de nuestros barcos y cumplen o exceden todos los requisitos”, señaló la empresa.
Los investigadores de Johns Hopkins afirman que midieron contaminación por estas partículas en múltiples ubicaciones de los cruceros, tanto en los puertos como en alta mar.
El informe, “Una investigación de la contaminación del aire en las cubiertas de 4 cruceros”, analizó la contaminación en barcos que hacen las rutas Florida-Bahamas, Texas-Caribe occidental y México, Columbia Británica-California y California-México.
Stand.earth, que tiene como uno de su propósitos centrales reducir los impactos en el clima y la salud humana de la industria naviera, insta a Carnival a cambiar el uso de crudo pesado por un combustible “más limpio”.
En ese sentido, Carnival indicó que ha lanzado nuevos barcos propulsados por gas licuado (LNG) “el combustible más limpio disponible” actualmente.
Cuestionó que Stand.earth “está constantemente buscando un problema en nuestra industria, incluso si tiene que crear pruebas falsas que realmente no tienen una base científica”.