La asociación que reúne a las empresas más relevantes de toda la cadena de valor turística (Exceltur) alertó ayer de un cambio de ciclo en 2019 para el turismo en España, a su juicio con tasas de crecimiento “muy por debajo” de las obtenidas en los últimos años.
Los datos adelantados por Exceltur indican que el sector en 2019 cerrará con una mejora del PIB turístico en torno al 1,7 %, frente al 2 % de incremento con el que se cerró 2018 y lejos del 4 % al 5 % de mejora en ejercicios anteriores.
El vicepresidente ejecutivo de Exceltur y consejero delegado de Meliá Hoteles, Gabriel Escarrer, ha apuntado durante la presentación en Madrid del informe Monitur que han detectado un “cambio de coyuntura y de escenario internacional que va a afectar directamente” al turismo español.
Escarrer ha puesto de relieve el impacto negativo de la desaceleración de la economía en algunos de los mercados emisores más relevantes, como Alemania y Reino Unido, este último afectado por el “brexit”.
Del “brexit” ha comentado que “pospone las decisiones sobre las vacaciones” de los turistas británicos y ha apuntado que “no es alarmante” para el sector pero sí “inquieta y preocupa”.
Ha señalado también como causas la “recuperación muy acelerada” de los principales competidores, en especial Turquía en verano y Egipto en invierno, y el “escenario convulsivo político español” por los procesos electorales.
Escarrer ha dicho que este año “los vientos de cola no son tan importantes como en el pasado” en cuanto al sector turístico, y ha reclamado políticas “más favorables” en materia de planificación, cargas impositivas, estrategia y regulación de los pisos turísticos.
Ha resaltado que muchas de las conclusiones del informe Monitur, que mide la competitividad turística por comunidades autónomas, “sean tenidas en cuenta” por los distintos partidos políticos con vistas a las elecciones de abril y mayo.
Escarrer también ha alertado de una “pérdida de identidad” de ciertas zonas turísticas y barrios antiguos en las ciudades “ahora orientados exclusivamente” al turista, y ha destacado que este fenómeno está afectando a determinados distritos de Barcelona.
A su juicio, son fenómenos que “pueden convertir los barrios en parques temáticos, que disgusten al residente y ahuyenten al turista”