Florencia, una ciudad en el corazón de la Toscana italiana y que rivaliza en belleza con Roma. Impresionantes colecciones de arte en las más variadas disciplinas comparten protagonismo con una gastronomía que cuenta con muchos adeptos.
La ciudad es un museo en sí misma por lo tanto, a no ser que se cuente con mucho tiempo, conviene organizarse para no perderse lo esencial.
Comenzamos la ruta en su impresionante catedral ubicada en la Piazza del Duomo que está considerada una de las más bonitas de Europa y cuya fachada deja sin aliento. Se trata de un icono del arte gótico y del Renacimiento italiano que fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. Impresiona especialmente la belleza de su cúpula de 45 metros de diámetro y pese a que su interior es más sobrio alberga una interesante cripta que alberga el cuerpo de Brunelleschi.
Y de una zona considerada centro religioso pasamos a la zona considerada la más animada y bulliciosa de la ciudad. Hablamos de la Piazza della Signoria que durante todo el año alberga las actuaciones de artistas locales que son observados por turistas y locales.
El edificio más característico es el Palazzo Vecchio cuya entrada os recibe con las esculturas de Adán y Eva así como una copia del David de Miguel Ángel y representaciones de Hércules y Caco.
Destaca en esta misma plaza la Logia della Signoria un museo al aire libre ubicado en soportales y que cuenta con esculturas como El Rapto de las Sabinas o Perseo con la cabeza de Medusa. En esta misma plaza se encuentran la Fuente de Neptuno o la Estatua ecuestre de Cosme.
Y de aquí llegamos a uno de los puentes más famosos del mundo, el Ponte Vecchio, símbolo del romanticismo y en cuyas casas colgantes albergan tiendas de joyeros y orfebres. Fue uno de los pocos puentes que no fue destruido durante la segunda guerra mundial. En la mente de todos está la imagen de este puente repleto de candados colocados por parejas enamoradas, algo que sigue haciéndose pero que son eliminados por las autoridades cada cierto tiempo por temas de seguridad.
Se trata de uno de los puntos idóneos para descansar y ver la puesta de sol.
Seguimos la ruta por la Iglesia de Santa Croce, la iglesia franciscana más grande del mundo y en cuyo interior pueden verse pinturas de artistas como Brunellescho o Donatello. Está situada en una plaza homónima que alberga múltiples actividades durante todo el año.
Dentro de ella se encuentra el Panteón de Florencia con cerca de 300 tumbas en la que reposan personajes como Miguel Ángel, Maquiavelo o Galileo Galilei.
Nos dirigimos ahora a los Jardines de Boboli, los más grandes de Florencia con una expensión de 45.000 metros cuadrados. Es una zona muy ligada a la familia Médicis que ocupó el Palazzo Pitti ubicado delante de estos jardines.
Dar un paseo por ellos es recorrer caminos llenos de estatúas de mármol, grutas, fuentes e incluso un pequeño lago además de un antiguo anfiteatro.
A la hora de buscar unas vistas nada mejor que Piazzale Michelangelo desde cuya cima podrás contemplar toda la ciudad. En esta plaza hay además una réplica en bronce del David de Miguel Ángel.
Este recorrido por la ciudad será aún más placentero si lo acompañáis con una visita a las típicas ‘trattorias’ en las que degustar comida tradicional terminando con uno de los típicos ‘gelato’ italianos presentes en cada esquina.
Seguro que después de leer estas letras ya te imaginas descubriendo los rincones más ocultos de esta impresionante ciudad. Saca ya la maleta del desván…