El Cabildo de Gran Canaria espera que la isla alcance este año como mínimo como mínimo la cifra de 4,5 millones de turistas que recibió en 2017 según ha indicado a Efe la consejera del área, Inés JiménJez.
“Estamos batiendo récords de visitantes de forma consecutiva desde hace tres años y los datos que nos dan tanto los hoteleros como las compañías aéreas con las que mantenemos relaciones y convenios de conectividad, es que 2018 será igual o mejor”, ha subrayado la consejera.
Jiménez ha resaltado que “lo importante es que se está perdiendo la estacionalidad”, de modo que Gran Canaria recibe turistas durante todo el año y dispuestos a disfrutar de la isla “en su integridad, tanto del sur como del norte o la capital, para hacer turismo deportivo, actividades de naturaleza o experiencias gastronómicas, entre otras”.
“El Patronato de Turismo potencia mucho en esta última etapa de legislatura el mercado de la península porque, si bien tenemos fortalezas con el Reino Unido, Alemania y los países nórdicos, el visitante nacional se nos resiste un poco. Ahora estamos trabajando con ese mercado y recientemente hemos inaugurado con Binter conexiones directas con Mallorca y Vigo y pensamos en otras dos nuevas que no puedo aún adelantar porque está en negociación”, ha agregado.
Inés Jiménez ha puntualizado que esto significa que el Cabildo se acerca más al turista nacional porque está detectando que “deja más dinero y se mueve más por la isla”.
“Queremos dar un servicio de excelencia a todos los niveles, de tal manera que los turistas que vengan a Gran Canaria sigan convirtiéndose en prescriptores de lo que aquí viven y disfrutan”, ha destacado Jiménez.
La consejera ha apuntado que los datos de la capital indican que sus hoteles están llenos, “que no se pueden organizar más eventos de congresos porque cada vez vienen más turistas de escapadas, fin de semana, de puentes o para pasarse una semana; estamos repletos en el sur, en el norte y hasta en las medianías”.
Sobre las críticas del vicepresidente del Gobierno canario, Pablo Rodríguez, a la mala imagen que ofrecen al turista los invernaderos destrozados que se ven en el sureste de la isla, Jiménez ha dicho que esto “no solo ocurre en Gran Canaria”, aunque ha reconocido que es “duro” que se vea desde las alturas de un avión.
“El Cabildo está haciendo un plan de choque con los ayuntamientos, sobre todo con los relacionados con la autopista GC-1, para que cada administración acometa la parte de responsabilidad que le corresponda en este asunto”, ha indicado.
Jiménez ha añadido que se invierten millones para “sensibilizar y enseñar que estas cosas no se pueden permitir, que un empresario que ha tenido un cultivo de invernadero no lo puede dejar abandonado”.
A su juicio, la ciudadanía tampoco puede utilizar los barrancos para arrojar los escombros o los despojos que quedan cuando limpia o arregla su casa y ha puntualizado que esa tarea “es algo que nos compete a todos”.
“El Cabildo está muy preocupado y tiene acciones abiertas, como la retirada de todas las vallas publicitarias que hay a lo largo de la GC-1, desde el aeropuerto de Gran Canaria tanto al sur como a la capital”, ha recordado la consejera.