Helado de boquerones, fabada o de pimientos del piquillo

Helado de boquerones, fabada o de pimientos del piquillo

Hay quien podría decir que este género se vende en heladerías innovadoras y otros que digan que son auténticos bodrios heladeros. En cualquier caso hablamos de una maravillosa extravagancia culinaria al servicio del helado que, valga el chiste fácil, os va a dejar helados cuando sepáis el resto de sabores extraños que hemos encontrado.

Vamos a recorrer algunas de las heladerías más bizarras de España con sabores que van más allá del típico chocolate, fresa y vainilla. Artesanos que han intentado congelar sabores tan típicos y castizos como la tortilla de patatas o los pimientos al piquillo. Creatividad y excentricidad para el asombro de propios y extraños.

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Comenzamos este recorrido por el levante español, en la ciudad de Valencia, deteniéndonos en la Heladería Llinares. Un local propiedad de dos hermanos que han decidido convertir en helado la típica fabada asturiana de toda la vida. También han trabajado sabores tan poco heladeros como los boquerones en vinagre¸ las aceitunas y el helado de pepino.

Ahora volamos al norte de España, a Bilbao donde encontramos a la Heladería Nossi Bé, donde en una textura más cercana al sorbete que al helado, se pone a la venta el helado de kalimotxo, un combinado entre el vino tinto y la coca cola, netamente vasco. Ojito que también venden sabores como el helado de jamón ibérico, chipirones o salmón ahumado.

Un poco más al oeste, vamos ahora a Asturias, a la Heladería Islandia, un negocio familiar con más de medio siglo de tradición. Aquí sus artesanos lo han probado prácticamente todo y queremos destacar sabores como el helado de palomitas de maiz¸ o tomarte una buena tarrina de helado de sidra, como no, centollo o queso de cabrales. No muy lejos, en La Rioja, queremos destacar la Heladería Andrés Sirvent, en la localidad de Calahorra, donde la verdura reina de la cuenca del Ebro se ha transformado en helado. Hablamos del helado de pimiento del piquillo que sus artesanos han mezclado con una base láctea y algo de azúcar, y que se ha convertido en toda una atracción en la comarca.

En Madrid se han ido a un valor seguro, las anchoas¸ para que mediante la utilización del nitrógeno líquido, la gente de 1977 Iced Things, se haya un inventando un helado con esta materia prima.

No podemos terminar este recorrido sin ver que se le ha ocurrido a la gente del sur de España. En la sevillana Heladería La Fiorentina han conseguido sintetizar en helado algo tan mágico como el aroma a azahar y romero. También venden sabores de azafrán y aceite de oliva. En la misma ciudad, en la Heladería Verdú, se ha hecho realidad una de las fantasías de los amantes de la Fería de Abril, que no es otra cosa que un helado basado en el rebujito, para el quien no lo sepa, una bebida que mezcla la manzanilla o el vino fino con gaseosa.