Las autoridades de Hong Kong dieron cinco días de plazo a la aerolínea Hong Kong Airlines (HKA) para mejorar su situación financiera, y en caso de que no lo consiga se enfrentará a la retirada de su licencia para operar.
En un ultimátum dirigido a la compañía aérea, en el que ordenaba la adopción de “medidas inmediatas”, la Autoridad de Licencias de Transporte Aéreo de Hong Kong (ATLA) estableció hoy nuevas condiciones para la continuidad de las licencias de esta aerolínea.
En un plazo de cinco días, debe asegurarse de que se inyecte efectivo y de que pueda mantenerlo.
La declaración de ATLA se produce después de que el pasado 29 de noviembre se celebrara otra ronda de negociaciones con la compañía aérea.
“Si HKA no logra mejorar su situación financiera en el plazo establecido, ATLA tomará medidas adicionales”, dice la autoridad, que tiene el poder de revocar o suspender la licencia de operación de una aerolínea.
La decisión sobre el futuro de la compañía se tomará el próximo 7 de diciembre.
Por otra parte, el Departamento de Aviación Civil de Hong Kong (CAD) ha solicitado a HKA que confirme si todavía puede operar de forma segura y rigurosa con arreglo a las leyes de esta ciudad semiautónoma china.
El Departamento, que en el último año ha vigilado más de cerca a la aerolínea, asegura que “tomará las medidas apropiadas” en consecuencia, incluyendo, pero no limitándose a, “modificar, suspender o revocar el (certificado de operador aéreo) de HKA”.
La empresa reveló que no había podido hacer frente al pago de los salarios de algunos de sus empleados en noviembre, y retrasó la fecha de cobro a la primera semana de este mes.
ATLA considera que la situación financiera de HKA se ha “deteriorado rápidamente”, poniendo en peligro su capacidad para cumplir sus obligaciones como empleador.
En las últimas semanas, HKA también ha llevado a cabo dos rondas de recortes: a principios de noviembre indicó que estaba reduciendo su capacidad en un 6 % a medida que aumentaban sus problemas financieros.
Además, la aerolínea suspendió los vuelos a Los Ángeles y ajustó las frecuencias a otros nueve destinos, como Osaka, Okinawa, Tokio y Bangkok.
Igualmente, el pasado 29 de noviembre se retiró completamente del mercado norteamericano, canceló a Vancouver de la red y suspendió las conexiones a Tianjin y Ho Chi Minh City para centrarse en “rutas prioritarias”.
Un día después emitió una declaración en la que afirmaba que el entretenimiento a bordo de su flota estará “fuera de servicio” a partir del 1 de diciembre, “hasta nuevo aviso”.
A pesar de su nombre, Hong Kong Airlines no es la aerolínea de bandera de Hong Kong (Cathay Pacific ostenta ese título), y es la tercera compañía aérea más grande de Hong Kong.
Su principal accionista, el conglomerado chino HNA, ha sido noticia en estos últimos meses por sus problemas de deuda, y ha intentado deshacerse de activos para tratar de atajar su falta de liquidez.